‘Yo, aquí y ahora: ejercicio y nutrición para pacientes con cáncer de mama’ de Novartis Oncology llega a Elche

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Novartis Oncology ha presentado en Elche la incitativa itinerante Yo, aquí, ahora: ejercicio y nutrición para pacientes con cáncer de mama, un proyecto que se ha puesto en marcha con el fin de responder a las necesidades de las mujeres con cáncer de mama localizado y avanzado en materia de ejercicio físico y nutrición. Para ello, Novartis Oncology, en colaboración con un grupo de expertos formado por oncólogos, especialistas en nutrición y ejercicio físico, enfermeras oncológicas, psicooncólogos y pacientes, ha elaborado unas guías con información general y consejos en estos ámbitos. Los materiales han sido avalados por GEICAM (Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama), SOLTI (Grupo Cooperativo de Investigación Clínica Especializado en Cáncer de Mama), SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica), FECMA (Federación española de Cáncer de Mama) y la Fundación Más que Ideas.

Las guías de Yo, aquí y ahora: ejercicio y nutrición en cáncer de mama cuentan con dos volúmenes. Una es la ‘Guía de Ejercicio Físico’, dedicada a explicar los beneficios del ejercicio físico para las pacientes con cáncer de mama y facilitar planes de entrenamiento específicamente diseñados para cada etapa de la enfermedad a través de un vídeo explicativo. Por su parte, la ‘Guía de Nutrición’ explica los beneficios de una dieta saludable, proporcionando información sobre las ideas preconcebidas de alimentos a los que se relaciona con el cáncer e incorporando recetas para mejorar los efectos adversos relativos a los tratamientos, como la pérdida de apetito o las alteraciones intestinales. La presentación en Elche de esta sesión contó con la participación del Dr. José Luis Alonso Romero, Jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia), y el Dr. Álvaro Rodríguez-Lescure, Jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital General Universitario de Elche. Se trata de la cuarta ciudad que alberga el encuentro este año, tras su paso por Santiago de Compostela, Valladolid y Las Palmas de Gran Canaria.

Cerca de 180 casos nuevos al año solo en la ciudad de Elche

El Jefe de Servicio en el Hospital Universitario de Elche, el Dr. Rodriguez-Lescure, aporta datos relativos a la incidencia de la enfermedad en la Comunidad Valenciana en general y más concretamente en esta ciudad a nivel local. Así, explica que “en general, tanto en la Comunidad Valenciana, como en Alicante y en Elche en particular, la incidencia de cáncer de mama coincide con la media nacional. Esto viene a suponer en torno a 65 casos nuevos por cada 100.000 habitantes al año. En lo que es la ciudad de Elche, propiamente dicha, esto equivale localmente al año unos 170/180 nuevos casos”. Por su parte, el Dr. Alonso Romero señala la incidencia del cáncer de mama de forma más global, en España, registrándose unos 24.0000 nuevos casos cada año. “Se trata de datos contrastados por parte del Insituto Nacional de Estadísitica (INE) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Esto significa que, más o menos, aparece un caso de cáncer de mama por cada 8/10 mujeres.

En el caso de Murcia, Comunidad en la que trabajo como oncólogo especialista, se registran alrededor de 500 casos al año, en una población de millón y medio de habitantes“, señala el experto. A la hora de realizar el diagnóstico, el oncólogo apunta a la principales diferencias en el abordaje de la enfermedad cuando se trata de un cáncer de mama localizado o diseminado, en función de su avance y de la detección más o menos precoz del tumor. “La diferencia conceptual es muy importante, y es que el cáncer de mama localizado es un tumor que se localiza exclusivamente en la mama y, como mucho, se extiende a los gánglios de la axila. Un tumor diseminado es el que afecta desde la mama a otros órganos del cuerpo, como los huesos, el hígado, etc”, indica.

“Evidentemente los objetivos que se persiguen en un tumor localizado y otro diseminado no son los mismos”; aclara el Dr. Alonso, incidiendo en el hecho de que los tumores localizados son generalmente curables, aunque no siempre se cumpla esta máxima. “Los tumores localizados son susceptibles de curación como norma, y esto es una norma general, no siempre es aplicable a todas las personas. Por otro lado, los tumores diseminados no son susceptibles de curación.

Muchas veces el objetivo que buscamos en ellos es prolongar la supervivencia, mejorar la calidad de vida y controlar los síntomas. Es decir, los objetivos que perseguimos en uno y otro caso son distintos, porque sabemos que en los tumores localizados, sí que tenemos herramientas para curarlos, y aunque en algunos diseminados en principio también podemos hacerlo, es menos frecuente.”, finaliza el especialista. El Dr. Rodríguez-Lescure coincide con el Dr. Alonso en esta diferencia básica entre ambos tipos de cáncer de mama: “en un caso estás aspirando a curar la enfermedad y en otro buscas que la paciente viva lo máximo posible, dentro de unos límites, situación en la que la calidad de vida y el control de los síntomas son lo esencial”, apunta.

La importancia de realizar un abordaje integral

En el manejo del cáncer de mama, resulta fundamental la integración multidisciplinar de varias especialidades médicas, realizando un abordaje integral de la patología y afrontándola desde sus múltiples perspectivas. Así lo afirma el Dr. Alonso: “en las unidades de mama de los grandes hospitales, seguimos un modelo en el que la toma de decisiones acerca de cómo tratar a una persona la realizan varios médicos: cirujano, oncólogo, médico, patólogo, radiólogo, etc. Eso hay que trasladarlo a un ambiente mucho más amplio, porque efectivamente el tratamiento de los tumores de mama se debe realizar desde un punto de vista médico, pero también tomando en consideración el resto de implicaciones que tienen para el paciente”, asegura.

En relación a las circunstancias que afectan a la paciente con cáncer de mama, el especialista hace hincapié en “sus condiciones de nutrición, de cómo psicológicamente se encuentra, así como físicamente, la afectación a la que se ve sometida su vida social, etc. Ahora mismo, tiene mucho sentido hacer un abordaje integral, porque cuanto mejor está la persona globalmente, mejor puede afrontar el tratamiento y todas las situaciones que surjan durante el mismo”, apunta el experto. “Por esta razón siempre, como norma, intentamos plantear que las unidades de mama realicen un abordaje integral desde el punto de vista social, psicológico y médico, y dentro de este ámbito, también desde un punto de vista nutricional y de actividad física”, finaliza. Por lo que respecta al impacto psicológico del cáncer de mama, el Dr. Rodríguez señala el acervo cultural de cada sociedad, influyente en la percepción negativa del diagnóstico sea cuál sea el pronóstico, en muchas ocasiones no tan negativo. “Indudablemente, en una situación de diagnóstico de cáncer hay un impacto vivencial y psicológico. Esto depende de la enfermedad, pero también de cada paciente. Solo el hecho de mencionar la palabra cáncer ya tiene un impacto psicológico importante, porque culturalmente tiene connotaciones muy negativas, a pesar de que algunos cánceres tienen un pronóstico muchísimo mejor que otras enfermedades que no nos impactan tanto”, enfatiza.

Por esta razón, el papel del psicólogo resulta especialmente importante en el ámbito sanitario y, de forma particular, en las unidades de cáncer de mama, de modo que “una gran mayoría de centros hospitalarios en nuestro país facilitan el acceso a un psicólogo clínico que se integra en la unidad, y con el que nosotros contamos desde hace muchísimos años. Se trata de una consulta propia tanto para las pacientes con cáncer de mama como para sus familias, que pueden necesitarlo”.

El tono muscular evita la obesidad sarcopénica en cáncer de mama

El ejercicio físico es imprescindible para pacientes con cáncer de mama localizado y avanzado, en especial en la recuperación de masa muscular. Así lo destaca la Coordinadora de Programas de Ejercicio en Oncología del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama, la Dra. Soraya Casla: “las pacientes que reciben tratamientos de cáncer de mama sufren un proceso de pérdida de masa muscular, lo que disminuye la cantidad de calorías que gastan y provoca que acumulen mayor cantidad de grasa, produciendo una situación denominada ‘obesidad sarcopénica”. Por ello, “el ejercicio físico realizado de forma controlada por un especialista ayuda a regular el metabolismo, así como la composición corporal de las mujeres que padecen este problema” afirma.

Por todo lo anterior, la especialista considera de gran utilidad la ‘Guía de Ejercicio Físico’ “significa un paso adelante en el cambio de mentalidad del tratamiento de las pacientes, ya que es una terapia complementaria que ha demostrado su eficacia tanto en la reducción de los efectos secundarios de los tratamientos como en el aumento de la supervivencia de las pacientes con cáncer de mama”. Además de estos beneficios físicos, “el ejercicio oncológico es un tratamiento integral con efectos beneficiosos a nivel psicológico, lo que también aumenta la calidad de vida de las pacientes que lo realizan. Un estilo de vida saludable no solo les hará vivir mejor, con menos efectos secundarios, sino también les hará vivir más felices”, argumenta.

La alimentación: factor clave en la prevención

En materia de nutrición, la oncóloga especialista en nutrición en paciente oncológico y representante médico del área de cáncer de mama de Novartis Oncology, la Dra. Rocío Fonseca, incide en la importancia de una buena alimentación para las pacientes con cáncer de mama localizado y avanzado, presentando la Guía de Nutrición como un referente que ha sido elaborado tomando en consideración las necesidades e inquietudes sobre la alimentación más recomendada durante y después del tratamiento: “numerosos estudios han demostrado que un estilo de vida saludable basado en ejercicio físico habitual, alimentación adecuada, variada y equilibrada, así como evitar el consumo de alcohol y tabaco, reducen de forma importante el riesgo de desarrollar cáncer de mama y otros tipos de cáncer” declara.

Para ella, no solo es importante en la prevención del cáncer de mama: “diferentes investigaciones clínicas coinciden en que adoptar este estilo de vida saludable ayuda a las personas con cáncer en todas las fases de su enfermedad, contribuyendo a afrontar mejor los tratamientos y a una mayor eficacia de los mismos, además de favorecer una mejor recuperación y calidad de vida. Al afrontar un cáncer de mama debemos considerar la nutrición como una parte importante del tratamiento; el soporte nutricional debe formar parte del abordaje multidisciplinar del cáncer”.

Según determina la doctora, de forma clásica el abordaje del cáncer de mama se centraba exclusivamente en una correcta administración del tratamiento oncológico indicado, sin valorar otros aspectos relacionados también con la enfermedad, como los psicosociales, la calidad de vida, la nutrición y la actividad física. Sin embargo, “esta guía se ha diseñado pensando en estas pacientes, en sus necesidades e inquietudes sobre la alimentación más recomendada al afrontar un cáncer de mama. En ella aprenderán por qué es importante una buena alimentación que garantice una óptima nutrición, en qué consiste una alimentación adecuada, variada y equilibrada, y consejos sobre hábitos alimenticios saludables” asegura.

Como conclusión, la Dra. Fonseca afirma que aprender a comer significa ganar en salud: “existen ideas generalizadas sobre ciertos alimentos y su relación con el cáncer. El problema surge cuando la información consultada es contradictoria: ¿qué hacer entonces? Las pacientes encontrarán un apartado en la guía para poder aclarar dudas y resolver preguntas frecuentes. Asimismo, también hay a su disposición recetas variadas, con un valor nutritivo completo y equilibrado, económicas, sencillas, que se adaptarán a las diferentes situaciones que puedan presentarse en el transcurso de los tratamientos y de la enfermedad”. Novartis Oncology cuenta con más de 30 años de experiencia en la lucha contra el cáncer de mama, con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de las pacientes en cada una de las fases de la enfermedad.

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