Fernando Cayo muestra su ‘Páncreas’ en Destino: Wonderland

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Rostro muy popular gracias a la pequeña pantalla, asiduo también en la grande, nombre de merecido y bien ganado prestigio en el ámbito teatral, Fernando Cayo es un intérprete de múltiples saberes, versado en las disciplinas más diversas, una garantía de calidad para productores, directores y espectadores. En la actualidad, al margen de involucrado en algún rodaje del que cuenta todo lo que puede en la entrevista, sigue cosechando carcajadas, ovaciones y críticas excelentes en el Teatro Amaya de Madrid con Páncreas, la función de Patxo Telleria que se convirtió en todo un fenómeno prácticamente desde su estreno en castellano a finales de 2015.

Páncreas es una obra en verso en torno a la amistad, una comedia con altas dosis de ironía y la cantidad justa de sentimentalidad, un sorprendente vodevil que Juan Carlos Rubio dirige con velocidad y matices, servido por el oficio y la sabiduría de tres grandes intérpretes que han sabido amoldarse como si fuesen uno: José Pedro Carrión, Alfonso Lara y, por supuesto, Fernando Cayo, quien recibe en el patio de butacas del Amaya a Destino: Wonderland para analizar algunas de las claves que hacen que el espectáculo arrase por donde pasa (de hecho, regresó a Madrid a finales de agosto y acaba de renovar, por el momento, hasta el próximo 18 de diciembre).

Fernando Cayo confía en que los programadores atiendan el clamor del público y se confirme dentro de poco una segunda temporada de El Caso. Crónica de sucesos, la última serie en la que ha tenido un papel protagonista, mientras que en cine tiene muy recientes La punta del iceberg y La corona partida, así como el taquillazo de Palmeras en la nieve (aunque él, que es humilde como sólo pueden serlo los grandes, quita importancia a este detalle “Porque tengo una participación muy pequeña: los responsables del éxito son otros”).

Pablo Vilaboy rinde homenaje a uno de los compositores cinematográficos más brillantes y recordados, un autor que, en ocasiones, ha sido el máximo responsable de que títulos míticos hayan adquirido esa consideración: Henry Mancini. A su asociación con Blake Edwards (a quien cabe el honor de haberse fijado en él cuando lo conoció en la serie Mr. Lucky) se deben páginas inmortales del cine que no serían lo mismo sin sus partituras: Desayuno con diamantes, Días de vino y rosas, ¿Víctor o Victoria? y, por supuesto, el tema de los títulos de crédito de La pantera rosa, música y personaje que comparten padres e hijos.

Seguiremos Informando…

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