El abordaje de los pacientes en las unidades de agudos es fundamental para su futuro

Publicidad

Más de 200 especialistas de unidades de agudos han compartido hoy su conocimiento y experiencia a fin de continuar mejorando la asistencia del paciente con enfermedad mental en la I Jornada de Unidades de Hospitalización breve de psiquiatría, organizada con el apoyo de Otsuka-Lundbeck.

El Dr. Roberto Rodríguez-Jiménez, Jefe de la Unidad de Hospitalización de Psiquiatría en el Hospital 12 de Octubre (Madrid) y uno de los coordinadores de la jornada, afirma: “Los profesionales de las Unidades de Hospitalización de pacientes agudos echábamos en falta una reunión que abordara de manera específica los temas propiamente ligados a nuestro trabajo clínico diario como la terapia electroconvulsiva, indicadores de gestión clínica eficiente, uso racional del medicamento en pacientes agudos o el tratamiento agudo de cuadros refractarios, entre otros”.

El Dr. José Martínez Raga, psiquiatra y profesor asociado del Hospital Universitario Doctor Peset  (Valencia), explica la importancia de cómo se aborda al paciente en estas unidades para intentar lograr funcionalidad y calidad de vida en un futuro: “El paciente suele ingresar en los momentos de mayor gravedad de su patología, y lo que se haga en la unidad de agudos tendrá gran trascendencia en la evolución de su trastorno y su seguimiento posterior. Por este motivo, el adecuado manejo de la fase aguda es fundamental para la estabilización de la enfermedad”.

De este modo, durante la jornada se ha debatido acerca la importancia de la coordinación de estas unidades con los Centros de Salud Mental, Hospitales de Día, y resto de dispositivos tanto de la red de salud mental, como de rehabilitación y de adicciones, así como con Atención Primaria, para prevenir el fenómeno de la puerta giratoria y casos de reagudizaciones y nuevos ingresos.

Rodríguez-Jiménez puntualiza: “Ingresar en una unidad de agudos no puede considerarse de forma aislada sino como un proceso continuo en el abordaje del paciente, de modo que los equipos de agudos han de trabajar de manera coordinada con el resto de dispositivos para que el paciente viva su ingreso y posterior seguimiento en hospital de día o centro de salud mental como un proceso continuo de tratamiento, y no como procesos diferentes. Es decir, el objetivo común es claro: que el paciente mejore y que recupere el mayor grado de funcionalidad posible”.

A nivel farmacológico, el ingreso del paciente en una unidad de hospitalización breve significa con frecuencia su desestabilización clínica, y por tanto, momento en el que es necesario reiniciar o replantear el tratamiento. En el caso de la esquizofrenia o trastornos esquizoafectivos, que suponen el 60-70% de los ingresos en estas unidades,  el índice de recaídas con tratamiento el primer año desciende a menos de 30%, mientras que si se interrumpe el tratamiento, supera el 60-70% el primer año y a cerca del 90% los dos primeros años, según datos de la Asociación Americana de Psiquiatría.

Por eso es fundamental que el abordaje farmacológico y psicoterapéutico iniciado pruebe su efectividad y que posteriormente sea mantenido en régimen ambulatorio. Desarrollar una buena alianza terapéutica y facilitar la adherencia al tratamiento, son las bases fundamentales sobre las que se apoya la evolución posterior.

De aquí la importancia del debate acontecido hoy sobre el uso racional de los fármacos, es decir, no basado en novedades, opiniones o hábitos previos; sino en la evidencia científica, que incluye criterios como la eficacia, la efectividad, el coste-eficiencia, la seguridad o la tolerabilidad, entre otros.

Respecto a esto, el Dr. José Martínez Raga comenta: “Los inyectables de liberación prolongada ofrecen ciertas ventajas en algunos pacientes, como facilitar la adherencia y por lo tanto el cumplimiento del tratamiento farmacológico, la mayor posibilidad de monitorizar la adecuada administración del mismo, unos niveles plasmáticos del fármaco más estables (con la consiguiente disminución de efectos secundarios), el evitar el posible estigma de la toma diaria de tratamiento, etc.”. Para acabar, también se ha hablado de la terapia electroconvulsiva, uno de los tratamientos más eficaces para algunos trastornos afectivos, y psicóticos, especialmente en casos refractarios a otros tratamientos.

Publicidad
Publicidad
Salir de la versión móvil