Vivir en Londres, trabajar en Barcelona y estudiar en Madrid, una posibilidad real para los nómadas digitales

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Internet y las nuevas tecnologías han transformado la forma de entender el trabajo. Cada vez más el mercado laboral español está implantando el teletrabajo como una nueva relación entre profesionales y empresas. Concretamente, el 60% de los empleados trabajará desde casa en el año 2022, según las previsiones de Virgin Media Business. Además, 9 de cada 10 millennials, un segmento que pronto alcanzará puestos de dirección, considera el teletrabajo como una prioridad, según datos de diversos estudios analizados por Polycom.

Los únicos requisitos indispensables para poder trabajar a distancia son un dispositivo móvil y conexión a internet. ¿Por qué no hacerlo desde una cafetería, un hotel, una playa o desde cualquier otro lugar en el mundo? Este nuevo fenómeno ha dado lugar a un nuevo perfil conocido como nómada digital, que no son otros que aquellos que aprovechan las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías para poder vivir, trabajar e, incluso, estudiar en cualquier parte del mundo sin moverse de casa.

La mayoría son personas con oficios que no dependen de una ubicación geográfica concreta para llevarlos a cabo, como fotógrafos, periodistas, escritores, diseñadores web o bloggers, entre otros. No obstante, ¿cuáles son las ventajas de ser un nómada digital? IMF Business School ha analizado los puntos a favor de esta práctica cada día más popular:

Llegado a este punto, la pregunta es si las empresas también se verían recompensadas con estas nuevas prácticas. La respuesta es sí. Cuando potencian el teletrabajo dentro de sus organizaciones, las compañías ven crecer su productividad entre un 10% a un 20%, según datos de Workshifting. Todos estos beneficios inciden de forma directa en la formación. El ritmo de vida actual impone en muchos casos la formación online como la opción más interesante para muchas personas, ya que es la que mejor se adapta a sus necesidades y a su disponibilidad.

Para Carlos Martínez, CEO de IMF Business School, “es necesario ofrecer una metodología flexible, que permita compatibilizar el estudio con la vida personal y laboral. Desde IMF Business School apostamos por la metodología ACE (Aprendizaje Centrado en el Alumno), con una orientación clara a que nuestros alumnos desarrollen competencias profesionales de utilidad práctica en su desempeño profesional, como la opción idónea para este tipo de formación en línea”.

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