¿Cómo puede la mujer aportar a este mundo incierto en que vivimos?

Publicidad

{wbamp-hide start}{wbamp-hide end}

{wbamp-show start}Escucha nuestro podcast{wbamp-show end}

A la mayoría de los seres humanos nos gusta sentir que controlamos la situación, que nuestras vidas y las de aquellos que queremos están bajo control, a buen resguardo. Sin embargo nuestro mundo moderno está lleno de incertidumbre. Ése al que los americanos han denominado como ‘VUCA’: volátil, incierto (uncertainty), complejo y ambiguo. Deseamos estabilidad y nos encontramos en un mundo volátil, en constante cambio. Nos gusta la certidumbre y nos encontramos con un presente o futuro incierto. Nos gusta lo sencillo porque lo podemos manejar mejor y nos encontramos con que cada día es más complejo. Nos relaja encontrar cosas claras, bien definidas y este mundo es ambiguo.

Alguien podría decir que, en este contexto, la mujer resulta más vulnerable que el hombre porque suele tener más conexión con sus propias emociones y más empatía con las emociones de los demás. Sin embargo, también podemos verlo como una oportunidad para nosotras y, quizás, sorprendernos de descubrir cómo esa supuesta vulnerabilidad se puede convertir en nuestra fortaleza, para desarrollarnos como personas y para aportar a la sociedad.  De ahí, la ventaja de estar en contacto con las emociones: todas son necesarias. Tendríamos un problema si nunca sintiéramos tristeza o miedo. El problema está en quedarnos enganchadas en ellas, paralizadas, bloqueadas, sin dar un paso a un espacio más allá de la emoción que nos desagrada. Y siempre hay un espacio que está más allá.

La emoción es como una ola. Si cuando ésta llega, la reconozco, acepto que está ahí y escucho su mensaje, la ola pasa. El malestar se va. Sin embargo, si mi reacción es negar que la emoción llega, corto el ciclo y me la quedo dentro. Me quedo con el malestar dentro. Jung decía que “lo que rechazas te somete y lo que aceptas te transforma”. Así, si somos capaces de gestionar bien nuestras emociones, estar más en contacto con ellas es una ventaja. Nos mantiene más conectadas a lo que está sucediendo en nuestro entorno y en nuestro mundo interior y, por tanto, con una mayor capacidad de respuesta a ello. De igual manera, tener más empatía, nos mantiene más conectadas a las emociones de los demás, lo que nos permite establecer más fácilmente conexión con el otro y mantener relaciones de cooperación.

Seguiremos Informando…

Publicidad
Publicidad
Salir de la versión móvil