Este fin de semana veíamos en laSexta Noche algunos de los momentos más tensos y duros de la historia del programa. El economista Juan Torres abandonaba el plató después de una agria discusión con Eduardo Inda, director de OKdiario y tertuliano habitual del programa. La jornada se completaba con más insultos cruzados que Inda daba y recibía y las declaraciones en Twitter de Juan de Paolis, director de Contenidos de Salvados –también emitido en laSexta- en la que decía sentirse avergonzado de compartir cadena con Inda y Francisco Marhuenda, otro de los fijos de laSexta Noche y director de La Razón.
Independientemente de las opiniones de Juan de Paolis y las que puedan tener cualquiera de nuestros lectores sobre uno u otro tertuliano, de izquierdas o de derechas, es evidente que esta nueva forma de hacer programas informativos gana enteros a pasos agigantados en la televisión en España. laSexta ha encontrado un verdadero filón enfrentando a periodistas, políticos y opinólogos en torno a los temas de candente actualidad. No es solo laSexta Noche, es Al rojo vivo y Más vale tarde. Y en Cuatro más de lo mismo con Las Mañanas Cuatro y más de alguna aventura fracasada con estos contenidos.
Es exactamente la misma fórmula del criticado Sálvame de Telecinco, con la salvedad de que en estos programas aparentemente políticos e informativos, las Carmeles y los Kikos son sustituidos por Marhuendas, Indas y Pablos Iglesias de turno. Sí, porque la verborrea y los malos modos de los tertulianos no son patrimonio exclusivo del periodismo, los políticos también han encontrado en estos programas un verdadero El Dorado donde acampan a sus anchas, intentado arañar algunos votos para sus formaciones políticas. Albert Rivera y Pablo Iglesias han engordado gracias a estos programas de debate y ahora airean sus trapos sucios a través de sus pantallas.
Es lo que se llama la nueva política. Una nueva política que necesita periodistas para sobrevivir, pero no cualquier periodista, necesita un periodista faltón. Y no hablamos solo de los ya mencionados, nos referimos a todos los profesionales del periodismo que han buscado acomodo en las tertulias televisivas, bien para sacarse un dinero extra o bien para promocionar sus nuevos y viejos proyectos. Y no son solo de derechas, ni todos defienden al PP. Al contrario, la mayoría son de izquierdas y muchos hacen una descarada campaña pro Podemos.
Lo alarmante es que estos programas ganan cada vez más terreno en la televisión, comiendo el espacio a los formatos tradicionales centrados en el análisis o la información. Las tertulias dan más audiencia que los programas informativos y si es que dos tertulianos se pelean mucho mejor. Tertulianos, una especie en alza ¿han matado el periodismo?.