Juan Luis Cebrián mueve ficha para prorrogar su contrato en Prisa… (otra vez)

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Juan Luis Cebrián sorprendió a todo el sector en marzo pasado tras anunciar en Junta de Accionistas que el Consejo de Administración renovaba la confianza en su gestión y que prorrogaba su contrato como presidente hasta 2018 y sin funciones ejecutivas hasta 2020. De esta manera, el controvertido directivo se aseguraba cuatro años más al frente de Prisa tras el segundo aplazamiento de su jubilación en menos de una década. No obstante, lo más sorprendente son los movimientos del directivo para al menos alargar (otra vez) su periodo ejecutivo.

La historia tiene un común denominador: Cebrián no quiere marcharse de Prisa y para ello ha negociado sucesivas prórrogas en su contrato desde el año 2010. La última de ellas está fraguándose en estos momentos y de tener éxito, podría ser anunciada en la Junta de Prisa que se celebrará el mes de marzo de este año. Hace siete años Cebrián ya deslizó en alguna entrevista en prensa que estaba preparando su salida coincidiendo con la llegada del Grupo Liberty al capital del Grupo. Y por ello le ascendieron de Consejero Delegado a Presidente Ejecutivo, un contrato de tres años de duración.

Al mismo tiempo, el Consejo de Administración se quitaba de en medio a Ignacio Polanco, sucesor natural del fundador del Grupo Jesús de Polanco, a quien le enviaba a una posición meramente estética. Cebrián era confirmado hasta octubre de 2013, un periodo más que suficiente para cerrar todos los flecos de la entrada de nuevos accionistas al capital de Prisa. Pero no todo quedó resuelto y Janli argumentó que se debía completar la reestructuración de deuda, cerrar la refinanciación con los bancos y negociar la venta de Digital Plus. Cebrián pidió la primera prórroga.

Cebrián: cuatro años más a partir de 2016

El Presidente Ejecutivo consiguió que se le renovara por otros tres años, hasta finales de 2016, contradiciendo sus declaraciones de 2010 en las que afirmaba que el final del proceso de reestructuración de Prisa era su sustitución y que el solo podía encabezar la primera parte de estas profundas reformas. No obstante, en 2013, el discurso ya era distinto y el Presidente de Prisa afirmaba que su función era cerrar todos los flecos. Después se marcharía… en 2016.

No obstante, la Junta de Prisa del año pasado nos trajo una nueva sorpresa. Cebrián era renovado por otros cuatro años (que se suman a los seis anteriores) que se dividían en dos periodos: dos años (hasta 2018) como Presidente Ejecutivo y otros dos (hasta 2020) ya sin funciones ejecutivas. En esta oportunidad Cebrián hizo gala de su compromiso con Prisa. “Acepté la oferta pues mi compromiso con esta empresa, que contribuí a fundar hace cuatro décadas, es total y absoluto”, dijo. En posteriores intervenciones indicó que su objetivo era dejar instalada a Prisa en la senda del crecimiento y sin lastres heredados de la crisis económica.

¿Finalmente se marchará Cebrián en 2020? El propio Juan Luis ha eludido la pregunta hasta en dos ocasiones durante este comienzo de año. La primera en Club Siglo XXI donde dijo sentirse con fuerzas para trabajar “hasta que tenga entendimiento” y la segunda en el Foro de la Nueva Comunicación dos días después, cuando señaló que estará en Prisa “lo menos posible”, aunque no hizo ninguna mención a 2018 que es efectivamente el momento en que por contrato debe dejar la gestión del Grupo.

Cebrián está moviendo ficha con el Consejo de Administración

Nuevamente lo dejaba todo en el aire y sujeto a criterios discrecionales. “Quiero dejar la empresa con la certidumbre y confianza de que nos quedamos sin deudas, lo que nos permita seguir invirtiendo en proyectos en España y en América Latina”. Y continuó indicando que quiere “abandonar la empresa con un criterio de continuidad histórica y defensa de los valores de la democracia representativa”. Por cierto, avisó que publicaría la segunda parte de sus memorias cuando dejase la gestión Ejecutiva de la compañía.

¿Qué significa esto? Según hemos podido saber Cebrián quiere quedarse más tiempo. Quizá no más allá del 2020, pero sí que esos tres años que le quedan sean en plenas funciones ejecutivas. Su jubilación de la gestión está preparada para 2018, una fecha que ya está a la vuelta de la esquina y que el directivo ha visto que puede ser insuficiente. Se supone que el año pasado se puso en marcha una Comisión encargada de elaborar un plan de sucesión tanto para el Presidente, como para el Consejero Delegado, con el objetivo de establecer un método ordenado para el revelo de sus cargos llegado el caso. Pero nada hemos vuelto a saber de este proyecto.

Por el contrario, en estos momentos Cebrián está moviendo ficha y sondeando en el Consejo de Administración la posibilidad de quedarse más tiempo en la gestión de la compañía, y según nos cuentan, no va mal encaminado. En cualquier caso la decisión definitiva se conocerá en marzo, cuando se realice la Junta de Accionistas de 2017 y hasta ese momento probablemente no volvamos a tener noticias oficiales. Lo cierto es que en estos momentos Cebrián tiene 72 años y cuando expire su actual contrato en 2020 tendrá 76 años, con lo que además completaría 44 años ininterrumpidos con cargos gestores en Prisa.

Seguiremos Informando…

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