El mapa de tu alma

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¿Se puede dibujar el alma? ¿Existen mapas para conocerla? Hoy te propongo dibujar su mapa. No es fácil encontrase con uno mismo, no es fácil observarse de manera objetiva y sin juicio, pero se puede. Y en ese camino estamos muchos, intentando trazar dicho mapa. Un trabajo mucho más complejo y a la vez más sencillo de lo que parece. La cuestión está en simplificar para profundizar, vaciar para ver lo que queda, lo que realmente existe: “nada”. Ese nada que nos concreta, que nos sorprende, que nos asusta e incluso a veces nos espanta. Un nada que compite con el “todo” que tratamos de ser y que intenta llenar el vacío de un alma quizás quebrada, aunque aún entera. Porque nos pasan muchas cosas en la vida…

A lo mejor los golpes hayan sido duros, frecuentes y repetidos. Las cicatrices demasiado grandes y reabiertas, los obstáculos muy difíciles… o puede que no hayamos tomado el tiempo necesario para cuidarnos, mimarnos y escucharnos a nosotros mismos.

Pero volviendo a eso que he decidido llamar mapa del alma, cuando te pongas en ello verás muchos caminos recorridos, posadas en las que has pasado tiempo, cumbres a las que has llegado, valles por los que has transitado y llanuras en las que has descansado. Igual también veas algún que otro laberinto en el que te vuelves a meter de vez en cuando, quizás porque prefieras sentirte protegido entre sus muros, o porque necesites distraerte y hasta desorientarte con la esperanza de olvidar y encontrar una nueva salida que te lleve a cualquier otro lugar diferente, antes de seguir en el escenario presente de ti mismo.

Propongo que te detengas ante el mapa de tu alma y lo observes transversalmente pretendiendo incidir y decidir sobre tu próxima ruta. Un mapa inacabado que puedes ir diseñando tú mismo según tus pasiones, creencias, obsesiones, valores, experiencia, aprendizajes…

¿Ha pasado algún tren en el que hubieras querido montarme y no lo hayas hecho? Si así fuera, ¿por qué no esperar a otros trenes que seguramente te vuelvan a dar la opción de ir, o mejor dicho, estar donde anhelas? Puede que no sepas muy bien lo que quieres, cuando te pones metas y objetivos, éstos te confunden, acotan la infinitud del ser creativo que eres, diseñado para ser un alma libre, luz de luna, y hasta me atrevería a decir un espíritu al que le sobra continente y le falta espacio para vivir despacio.

Por eso creo que es preferible flotar, fluir, dejarse llevar por la corriente elegida y desconocida, sabiendo que la intuición nos juega muchas menos malas pasadas que la razón. ¿Te la juegas conmigo? … porque la vida es un juego.

Seguiremos Informando…

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