{wbamp-hide start}
{wbamp-show start}Escucha nuestro podcast{wbamp-show end}
Rösse MacPherson, autora de Ya no tengo el alma en pena, arranca La Vida en Rosetta con un consejo para la vida profesional: “nadie da duros a pesetas” (como bien dice el refranero español). ¿Crees que si no discutes el valor de tu trabajo, aunque ello signifique quedar mal contigo, estarás quedando bien con el otro? ¿No te importa mermar tu dignidad? Lo cierto es que no deberías hacer cosas de las que en el futuro te puedas avergonzar. Más vale que piensen que eres un poco altiva que no que eres tonta y negocias a la baja aceptando lo que te ofrecen sin rechistar.
Rosetta te plantea las siguientes preguntas: ¿Eres de las que se quiere, o acaso te riñes, te enfadas contigo, te ninguneas o te rebajas? ¿Por qué lo haces? ¿Cómo es que hay mujeres que le hacen esto a su dignidad? Si creyesen en ellas, no lo harían. Ahora bien… ¿tiene remedio? ¿Cómo? Para empezar, decide que eres la responsable de tu vida y que nadie te amará como tú puedes y debes hacerlo. Asimismo, jamás de los jamases niegues un ‘Innegociable’ o traiciones uno de tus principios por una relación. Es hora de asumir el poder personal y de liderar la vida propia. Convéncete de que eres suficientemente valiosa como para cuidar de ti, y de tu corazón. Y, para sentirte más bella, triunfadora y atreverte a pasearte por el mundo te invito a conocer la colección de Matilda, diseñados por Pilar Vidal, una diseñadora con mucho su talento y originalidad.
En la sección Soy lo mejor que me ha pasado, entrevistamos a María Villarroya: cantante, escritora, compositora y actriz. Ha estrenado su musical Silencios Cantados, puedes ir a verla al teatro Réplika. En la sección Aquellos Maravillosos Libros, os traemos un trocito del libro Ya no tengo el alma en pena, de Rösse Macpherson: “Una de las 7 peores equivocaciones es alimentar la autoestima y tener a régimen a tu autovaloración. Si creyeses en ti, esto no te sucedería. Si te dedicases a quedar bien contigo alimentarías tu alma, en lugar de pasarte la vida esperando a que los demás te acepten, aprueben, adoren, motiven, refrenden, premien o amen locamente. Una (aparente) alta autoestima por reconocimiento externo, que no significa en absoluto alta autovaloración, amor a uno mismo”.
Seguiremos Informando…