La Asociación de Prensa de Madrid (APM) ha sido la protagonista de los medios de Comunicación tras pedir ayer que Podemos cesase sus campañas de acoso y de presiones a determinados periodistas. Buena parte de la audiencia tradicional de los medios desconocía su existencia hasta ayer, por lo que conviene poner en contexto a esta asociación ¿Está legitimada? ¿A quién representa? ¿Cómo opera?
La Asociación de Prensa de Madrid (APM) es una de las asociaciones privadas de periodistas más antiguas de España. Nacía en 1895 y desde esa fecha ha estado compuesta por los profesionales con más solera y con más historia dentro del periodismo español. No obstante, las mayores críticas a la entidad han sido precisamente su escaso nivel de renovación. Mientras la APM ha seguido existiendo, en otras provincias y comunidades autónomas han proliferado los colegios de periodistas y sindicatos de periodistas.
Hemos visto el nacimiento de los colegios de Cataluña, Galicia, Murcia, Andalucía, Castilla y León, País Vasco, La Rioja y Asturias y de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE). También durante este siglo los profesionales de la información se han agrupado en torno a sindicatos como el SPM, Sindicato de Periodistas de Madrid, que ha logrado importantes representaciones y ha asesorado a compañeros en despidos, EREs y recortes salariales.
Madrid: sin colegio de periodistas
Históricamente los sindicatos de periodistas y los colegios han caminado divorciados, con la Asociación de Prensa de Madrid (APM) como una isla aislada a todo este movimiento. Mientras que los colegios luchan por la deontología y la defensa de la profesión, los sindicatos combaten por los derechos laborales. La APM, en tanto, se ha quedado como un órgano al servicio de sus socios, con un seguro médico con muy buenas condiciones -hasta hace un año- y con un comité deontológico que ocasionalmente emite juicios de valor periodístico respecto de las denuncias de profesionales y entidades.
Desde hace casi una década las críticas a la APM –que ejerce a veces su función como colegio de periodistas de Madrid oficioso- apuntan precisamente a que se ha divorciado de los periodistas y que solo vela por mantener los privilegios de sus socios, profesionales -muchos de ellos jubilados- que mantienen la asociación en una inamovilidad importante, solo buscando mejores condiciones sanitarias o, eventualmente, económicas.
APM: seguro médico de la CAM y una Sicav
Hasta hace un año la Comunidad de Madrid financiaba con más de ocho millones de euros el seguro médico de la APM, un acuerdo histórico mediante el cual la sanidad pública retiraba del sistema a más de 14.000 beneficiarios y los dejaba en manos de esta asociación. Cristina Cifuentes, por la presión del resto de partidos políticos, decidió retirar estas aportaciones lo que obligó a la APM a buscar un nuevo seguro (sin ayuda pública) en la mutua de abogados. La Sicav de la APM es otro de los puntos criticables a esta asociación, una sociedad de ahorros, “para ricos” y con grandes ventajas fiscales que mantienen buena parte de los socios históricos de la asociación.
Pero, ¿realmente a quien representa la APM? La asociación que preside Victoria Prego (ex El Mundo y actual El Independiente) tiene actualmente poco menos de seis mil socios, 1.200 menos que hace un año tras el cambio del seguro médico. Según el INE, desde 1979 se han titulado en España unos 90.000 periodistas. Si nos apartamos del criterio estrictamente numérico, los detractores de la APM siempre han dicho que la entidad apoya históricamente más a los medios de comunicación, a los editores y a la prensa escrita, que a sus propios periodistas. Lo cierto es que la organización representa solo a un puñado de periodistas madrileños, una ciudad donde además hay un sindicato de periodistas y que carece de un colegio profesional.
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