Nuevas terapias para tratar de revertir la resistencia a la terapia endocrina en cáncer de mama

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El Institut Català d’Oncologia (ICO), el grupo de investigación en cáncer de mama SOLTI y el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) han organizado en Barcelona un workshop formativo dirigido a oncólogos médicos y residentes en oncología médica para ahondar en el uso de los inhibidores CDK 4/6 en el tratamiento y diagnóstico del cáncer de mama. La sobreexpresión anómala de las quinasas CDK 4 y 6 puede tener como consecuencia una pérdida de control en la regulación del ciclo celular y acabar desembocando en un crecimiento descontrolado de las células del tejido mamario originando un tumor. Actualmente ya hay fármacos autorizados y en investigación que inhiben específicamente estas quinasas y que han demostrado su utilidad en cáncer de mama, entre otros tumores.

La misión de este workshop teórico-práctico ha sido, precisamente, formar a residentes y especialistas en oncología médica sobre las implicaciones clínicas del uso de los inhibidores CDK 4/6 en el tratamiento y manejo del cáncer de mama, con un enfoque en los aspectos farmacológicos de estas terapias, así como en el desarrollo de estudios preclínicos y de ensayos clínicos. El curso está enmarcado en el ámbito de una Beca Independiente de educación de Pfizer IGCL y ha ofrecido a los especialistas tanto teoría como sesiones prácticas a través de casos clínicos y una aplicación para votación in situ.

La importancia de los inhibidores de CDK 4/6

El cáncer de mama es el tipo más frecuente de cáncer entre las mujeres en los países desarrollados. En España, aproximadamente 26.000 nuevos casos de cáncer de mama se diagnostican cada año y el 70% de estos casos expresan receptores de hormonas y por lo tanto deben recibir tratamiento endocrino en alguna etapa de su evolución. El cáncer de mama luminal se trata en la actualidad con una terapia estándar basada en un tratamiento hormonal que retrasa la progresión de la enfermedad. Sin embargo, un porcentaje significativo de las mujeres con este subtipo de cáncer de mama tienen que recibir, después, quimioterapia.

La llegada de nuevas opciones terapéuticas, como los inhibidores CDK y otras terapias dirigidas, buscan revertir la resistencia a la terapia endocrina y aplazar la administración de quimioterapia lo máximo posible. Tanto los inhibidores del ciclo celular (los llamados “-ciclibs”) como los fármacos con actividad sobre la vía de PI3K, que abren la puerta a posibles combinaciones con el tratamiento hormonal, están ofreciendo buenos resultados en los ensayos clínicos en marcha, como han puesto de manifiesto los ponentes en este workshop.

Debido a los buenos resultados preclínicos que tuvieron los inhibidores de CDK 4/6, se llevaron rápidamente a estudio clínico. Lo más sorprendente, en palabras de la Dra. Eva Ciruelos, presidenta de SOLTI y oncóloga médica del Hospital Universitario 12 de Octubre, es la importante actividad clínica de estos compuestos en todos los grupos clínicos de pacientes analizados. “Quizá, lo más decepcionante es que, a pesar de datos preclínicos prometedores de potenciales biomarcadores que ayudasen a seleccionar pacientes candidatos a beneficiarse más de estos tratamientos, estos biomarcadores no han demostrado ser de utilidad en la clínica al menos en la forma en que han sido explorados”, agrega.

Durante el taller, también se ha tratado el perfil de seguridad y toxicidad de estos tratamientos así como la posible combinación de inhibidores de CDK y de PI3K; o su uso en otros tipos de cáncer diferentes al de mama (como el cáncer de pulmón). Por el momento, no han sido aprobados por lo que los inhibidores aún no se pueden dar de forma asistencial en nuestro país, explica la Jefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Instituto Catalán de Oncología (ICO), la doctora Sònia Pernas.

“Se espera que esto ocurra a finales de año y que su aprobación sea parecida a la de la agencia europea (EMA) en noviembre 2016, que contempla su uso en primera línea junto con el tratamiento hormonal (inhibidor de la aromatasa) de las pacientes con cáncer de mama avanzado con receptores hormonales positivos. La otra indicación aprobada es en segunda línea, a la progresión después de un tratamiento hormonal con inhibidor de la aromatasa”, advierte la especialista.

En este sentido, la doctora Cristina Saura, Jefa de Unidad de Mama del Servicio de Oncología Médica e investigadora principal del Grupo de Cáncer de Mama y Melanoma del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona y del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), asegura que la aprobación de estos inhibidores abrirá una nueva oportunidad terapéutica para el tratamiento del  cáncer de mama metastásico en pacientes con receptores hormonales positivos.

“La llegada de los inhibidores de ciclina a la práctica clínica supondrá mejorar el tiempo durante el que la enfermedad está controlada con una muy buena calidad de vida para las pacientes. Esperamos tener la aprobación del primero de estos fármacos, palbociclib, durante este mismo año 2017”, explica la especialista. Asimismo, en base a los datos observados en enfermedad metástasica, se ha abierto la oportunidad y existen, actualmente, ensayos que evalúan su papel en neoadyuvancia y adyuvancia, donde se podría beneficiar a un número aún mayor de pacientes. “Esta es una buena noticia para nuestras pacientes, ya que el objetivo de estos estudios es determinar si estos fármacos tienen además la capacidad de reducir recaídas de la enfermedad receptor hormonal positiva de alto riesgo”, concluye la doctora Saura

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