Rosa Valenty cuenta en “destino: Wonderland” su renacer como vedette gracias a “un chico de revista”

Publicidad

{wbamp-hide start}{wbamp-hide end}

El Teatro de La Latina, el que siempre será conocido como “el teatro de Lina Morgan”, ha vuelto a su esencia, ha recuperado el género que con tanto éxito albergó durante mucho tiempo, ha hecho justicia con la revista musical española, apartada de los escenarios desde que “Celeste no es un color” bajase el telón hace algo más de 23 años o representada de cualquier manera, abaratando todos los costes posibles (incluso recortando en los mínimamente imprescindibles) y, sobre todo, calidad.

“Un chico de revista” supone el gozoso resurgir de un género que ha trascendido épocas y generaciones, un grandísimo homenaje al género de un estudioso y admirador del mismo como Juan Andrés Araque Pérez, quien tuvo claro desde el principio que la única vedette posible del espectáculo era Rosa Valenty, quien ya triunfó junto a Esperanza Roy y Francisco Valladares en el histórico “Por la calle de Alcalá” que dirigiese Ángel Fernández Montesinos. Aunque se da una vuelta de tuerca haciendo que el protagonista sea un hombre, de ahí el título, “Un chico de revista” recoge la tradición de títulos como “Yola”, “Luna de miel en El Cairo” o “El águila de fuego”.

Rosa Valenty se muestra pletórica en este regreso a las tablas y más como vedette, “algo que pensé que ya estaba superado”, pero sus estupendas piernas, su voz característica, su cimbreante cintura, su gran experiencia y su perfecto dominio de la escena le permiten ponerse al frente del espectáculo como digna sucesora de Celia Gámez, a la que, por supuesto, se evoca y agradece su magisterio en “Un chico de revista”, del mismo modo que se rinde tributo a Lina Morgan entonando “Gracias por venir”.

Juan Luis Iborra es el director de “Un chico de revista” y ha cuidado cada detalle para que el género demuestre su vigencia y el público (de todas las edades) ha respondido desde el primer día: la música se toca en directo, los intérpretes cantan del mismo modo, el cuerpo de baile aborda los estilos más diversos, el vestuario, la iluminación y la escenografía son todo un despliegue. Por el momento, debido a compromisos del teatro (ni en el mejor de los sueños podía preverse una apoteosis así), “Un chico de revista” estará en cartel hasta el 16 de abril, “ser tantos de compañía dificulta lo de la gira”, cuenta Rosa Valenty, pero se muestra convencida de que volverán muy pronto a retomar las funciones, “ojalá fuese aquí, sintiendo a Lina tan cerca, o si no en otro teatro”.

Seguiremos informando…

Publicidad
Publicidad
Salir de la versión móvil