Quedan muchos retos a nivel de diagnóstico y de tratamiento de la enfermedad de Parkinson

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Con motivo del Día Mundial del Parkinson, el Grupo de Estudios de Trastornos del Movimiento (GETM-CAT) de la Societat Catalana de Neurologia (SCN) ha celebrado, junto con la Associació Catalana per al Parkinson (ACAP) y la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya (RAMC), un acto conmemorativo en homenaje al bicentenario del descubrimiento de esta enfermedad neurodegenerativa. El evento será presidido por el Dr. Joan Viñas, presidente de la RAMC, el Dr. Yaroslau Compta, coordinador del GETM-SCN, la Sra. Roser Roigé, presidenta de ACAP, y el Dr. Francesc Purroy, presidente de la SCN.

Durante el acto se han realizado conferencias en torno a los acontecimientos que han marcado la historia de esta patología, como la primera descripción que se hizo de ella, la especificación de los estados de la progresión de la enfermedad, la aplicación de la levodopa en los tratamientos para los afectados y el descubrimiento de la relevancia de la proteína alfa-sinucleïna para el estudio de la enfermedad de Parkinson. La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, crónica e invalidante que cursa con síntomas motores y no motores y que afecta a más de 200.000 familias en España, de las cuales el 10% presenta la enfermedad en estado avanzado. Aunque muchos casos no están diagnosticados y por tanto no reciben la atención que precisan.

1817-2017: la evolución de la enfermedad de Parkinson

Desde que James Parkinson definiese por primera vez la enfermedad en 1817 hasta hoy, 200 años después, esta patología ha experimentado una notable evolución que ha posibilitado mejorar en el diagnóstico y tratamiento de los afectados y mejorar su calidad de vida. Uno de los hitos más importantes fue la definición de los estados de la progresión de la enfermedad de Parkinson, los “estadios de Hoehn & Yahr”, ya que con ellos se identifica la fase de la enfermedad en la que se encuentra el afectado. En este sentido, el Dr. Compta señala que “un reto actual es complementar el diagnóstico clínico con la aplicación de biomarcadores genéticos, tests bioquímicos y pruebas neuro-radiológicas”.

En cuanto al tratamiento de la patología, la revolución ha sido el empleo de la levodopa para combatir la falta de dopamina, causante, en gran medida, de la enfermedad. El Dr. Compta destaca que la levodopa “ayuda mucho a controlar los síntomas motores principales de la enfermedad, principalmente la lentitud (bradicinesia), la rigidez y el temblor, pero también algunos aspectos no-motores (falta de concentración, dolor, ansiedad), aunque ni mucho menos en todos los casos ni en todas las fases de la enfermedad.

Por ello, los expertos consideramos que la levodopa ha sido un gran progreso mirando hacia atrás, pero encarando el futuro tiene la gran limitación de ser un tratamiento meramente sintomático y, por tanto, hace falta seguir investigando para lograr nuevas terapias que controlen mejor los síntomas, pero también frenen la progresión de la enfermedad”. Igual de revolucionario, aun no teniendo todavía aplicación terapéutica, ha sido el descubrimiento de la relevancia de la proteína alfa-sinucleína en la enfermedad de Parkinson, por la que se conocen mejor las bases biológicas de la enfermedad y cómo ésta progresa y se propaga en el sistema nervioso.

Según el Dr. Compta, esto “podría traducirse en métodos de una mejor y más temprana detección de la enfermedad a través del análisis de los niveles de alfa-sinucleína en el organismo” y el desarrollo de “tratamientos orientados a corregir las anomalías en la función, la conformación o en la propagación de esta proteína”. En lo que respecta al futuro de la enfermedad de Parkinson, el Dr. Compta declara que “quedan muchos retos a nivel del diagnóstico y del tratamiento, por no mencionar la prevención, ámbito en el cual aún poco se puede hacer”. 

El papel esencial de la Associació Catalana per al Parkinson

Por su parte, durante estos años la implicación de las asociaciones de pacientes ha sido esencial para el control de los síntomas y una mejora de su calidad de vida. “Las personas con enfermedad de Parkinson necesitan combinar el tratamiento farmacológico con terapias de rehabilitación específicas que se van adaptando a sus necesidades en función de la progresión de la enfermedad. En este sentido, en la Associació Catalana per al Parkinson, fundada en 1985 y declarada Entidad de Utilidad Pública en 1999, disponemos de un amplio programa de servicios como fisioterapia, logopedia, psicología, neuropsicología, musicoterapia, arteterapia y tai-txí, y realizamos sesiones formativas para la salud, tanto para afectados como para familiares y profesionales. Asimismo, en la vertiente asistencial, la asociación se centra en el asesoramiento, servicios de atención a domicilio y unidad de respiro familiar” declara Laura Morer, directora general de ACAP.  En la actualidad, ACAP cuenta con más de 900 asociados entre su sede central (Barcelona) y sus delegaciones (Girona, Sant Cugat, Cerdanyola, Granollers, Igualada y Vilanova i la Geltrú) y realiza una media de 18.000 terapias al año.

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