Estalla la guerra entre las asociaciones y colegios de periodistas en el seno de la FAPE

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El pasado 22 de abril se desarrolló la Asamblea Anual 2017 de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), entidad que reúne a todas las agrupaciones de periodistas desperdigadas por toda la geografía española. No obstante, en esta oportunidad la unidad no acudió a la cita y por primera vez en muchos años se rechazó el informe de gestión de la presidenta Elsa González. En total, cinco asociaciones votaron a favor del Informe y otras cuarenta lo apoyaron, con la diferencia de que los díscolos representaban al 58% de todos los votantes.

En total, Madrid, Sevilla, Valencia, Alicante y A Coruña votaron el contra del informe, aunque Madrid, al ser la asociación con mayor número de afiliados (5.785 afiliados) es por si sola es capaz de decidir cualquier votación. De hecho, el rechazo al Informe ha estado liderado por la APM, asociación que se ha encargado de difundir, a través de su base de datos, el comunicado en que da cuenta de las diferencias con el resto de asociaciones. Madrid representa al 33% de los votos de toda la federación.

El motivo formal por el que la APM y sus asociaciones cercanas votaron contra el informe fue “la vulneración de los estatutos de la FAPE en el caso de la Asociación de la Prensa de Murcia, a la que se ha mantenido como federada pese a que en febrero de 2014 ya había sido disuelta y causado baja en el registro de asociaciones de dicha región”. No obstante, las fuentes consultadas por prnoticias indican que el problema de fondo es otro y tiene que ver con la histórica división que hay entre asociaciones y colegios, que desde hace unos años conviven dentro de la FAPE, aunque no de manera demasiado armónica.

Esta histórica fragmentación ha estallado en esta Asamblea por la propuesta de la APM de flexibilizar los criterios de entrada a la FAPE y a las asociaciones de periodistas, profundizando la idea de que es periodista quien ejerza y no quien sea titulado. Desde siempre, los colegios profesionales han calificado esta situación como intrusismo profesional y lo han cogido como bandera de lucha. De hecho, EFE publicó tres días antes de la asamblea unas incendiarias declaraciones del presidente de la Asociación de la Prensa de Málaga, Rafael Salas, en las que manifestaba que la APM trataba de dar “cobijo” al intrusismo laboral con esta propuesta de resolución.

Han molestado las formas de la APM en la Asamblea

La APM ha desmentido estas acusaciones –confirmadas por otras fuentes a prnoticias- denunciando en el plenario de la Asamblea una “campaña pública montada en su contra en los días previos a la asamblea en relación con los criterios de admisión de asociados en la Federación”. La APM afirma que la campaña trataba de impedir que, democráticamente, se debatiera en la Asamblea una propuesta de resolución para precisar las funciones de la Comisión de Garantías y Asuntos Profesionales de la FAPE.

“La delegación de la APM dejó bien claro que siempre ha defendido la titulación obligatoria para ejercer el periodismo, con la salvedad del acceso de los que, sin estar licenciados, puedan demostrar que llevan varios años trabajando como periodistas de forma continuada, viven de ello y su medio certifica que, efectivamente, están haciendo ese trabajo”, agregaron. No obstante, fuentes de otras asociaciones siguen sin entender por qué la APM insiste en incluir profesionales no titulados cuando las universidades están llenas de futuros periodistas que probablemente no encuentren trabajo.

Del mismo modo, en algunas asociaciones han molestado las formas en las que la APM ha hecho valer su mayoría aplastante en la Asamblea, sin dialogo, y según indican, buscando una venganza contra quienes pusieron en cuestión sus propuestas. De hecho, el caso de la asociación de Murcia, es vista por muchos como la excusa para agitar los ánimos y demostrar su supremacía. Finalmente tampoco ha sentado bien que la APM haya puesto en marcha toda su campaña de Comunicación para lavar su imagen ante la opinión pública, aún a coste de lesionar la necesaria unión que debe existir entre los periodistas. La lucha parece que no acaba más que empezar.

Seguiremos Informando…

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