Tratar a cada paciente según la percepción de su enfermedad, el gran reto de la enfermería oncológica

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Con motivo del Día Internacional de la Enfermería, MD Anderson Cancer Center Madrid quiere poner en valor el trabajo diario que realizan las enfermeras con los pacientes con cáncer, unos pacientes en los que el tratamiento estricto de su tumor no es suficiente en la mayoría de las ocasiones. Más allá del tipo de cáncer o del estadio de la enfermedad, la directora de Enfermería de MD Anderson Madrid, Carmen Vázquez, resalta que lo más relevante es “tratar a cada paciente entendiendo cómo vive este la enfermedad”, ya que un diagnóstico de cáncer supone una alteración vital que cada persona afronta de una manera distinta.

Por ello, el personal sanitario tiene que “poner la atención también en el esfuerzo por reconfortar emocionalmente a los pacientes, escuchando, detectando necesidades, orientando, solicitando la ayuda de otros especialistas como psicooncólogos”, apunta Vázquez, quien señala que el estrés emocional que puede provocar un diagnóstico de cáncer repercute de forma directa en el trato y en la relación con el personal que le está cuidando, que además en ocasiones no solo sirve de apoyo y soporte para los propios pacientes, sino también para sus familiares.

Por otro lado, dice esta especialista, “también hay casos de personas que asumen la enfermedad de forma increíble y aquí son ellos los que sirven de ejemplo al personal de enfermería del centro”. Pero, en medio de todo este trabajo y esfuerzo diario, la enfermería oncológica todavía no está reconocida como especialidad. A día de hoy, de hecho, la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO), tras años solicitándolo sin éxito, ha decidido ahora redactar un documento de competencias para intentar lograr que la enfermería oncológica sea al menos considerada un área de capacitación.

En opinión de la directora de Enfermería de MD Anderson Madrid, “es imprescindible tener una base de conocimientos sólida que, ahora, se adquiere gracias a cursos de formación y al trabajo diario en los servicios de oncología de los hospitales”. Una enfermera oncológica participa en cada uno de los aspectos puestos en marcha en esta área, desde los programas de prevención y detección precoz hasta el diagnóstico y el tratamiento con quimioterapia, radioterapia, cirugía u otros fármacos, en programas de investigación y ensayos clínicos, por lo que Vázquez cree que sería importante una especialización ad hoc en oncología.

“Manejamos los conocimientos generales de esta área desde la carrera, pero sería interesante una formación más específica que incluya, por ejemplo, nociones sobre genética y cáncer, biología molecular, marcadores e inhibidores tumorales, o investigación en cáncer, sin olvidarnos de los aspectos psicológicos de la enfermedad  ”, señala esta profesional, que pone de relieve además la enorme cantidad de nuevas opciones terapéuticas que están empezando a jugar un papel clave en oncología y que en los últimos años se han multiplicado de forma exponencial, haciendo del cáncer en muchos casos una enfermedad crónica.

Además, dado que es la enfermera quien más tiempo pasa con el paciente, la especialización no solo serviría como base para la mejora del trabajo diario de estos profesionales, sino también como una ayuda para los pacientes. “Teniendo estos conocimientos, podríamos trabajar con más autonomía, ayudando al paciente y su familia a lo largo de todo el proceso de su enfermedad”, concluye Vázquez.

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