La temporada de “bodas-bautizos-comuniones” suele dejar temblando cualquier cartera y, a la hora de adaptar nuestra casa al verano, no queda otra que ser inteligente, echar mano de la imaginación y cuidar el bolsillo para poder irnos de vacaciones. El truco para que tu hogar parezca otro sin gastarte mucho dinero está en saber darle uno, dos ¡y hasta tres! usos distintos a un mismo objeto decorativo. ¿No sabes cómo? Lee atentamente estos consejos de la diseñadora de interiores y decoradora Sandra Marcos:
- Un simple objeto decorativo… o un florero, un portavelas o una cubitera, según se mire. Este jarrón de cristal verde es tan versátil que dará color a cada rincón si lo llenas de unos bonitos tulipanes, dará luz y perfumará el ambiente si enciendes dentro una vela aromática o te ayudará a servir bien frío un vino en una fiesta o evento ¡Vivan los 3 x1!
- Una tabla para cortar… o un salvamantel, una bandeja y un plato para servir. Olvídate de las tablas de plástico (prácticas pero nada decorativas) y hazte con unas bonitas tablas de mármol o madera como las que te propone Sandra Marcos. Vestirán cualquier mesa y te permitirán servir alimentos directamente en ellas o transportarlos.
- Minibar portátil… o mesa de entrada. Puede que una vez te enamoraras de un carrito de bebidas portátil pensando que harías muchas más fiestas en casa de las que al final estás haciendo. Pero no importa, puedes reconvertirlo en una coqueta mesa de entrada y alegrar el pasillo con unas bonitas flores y algún que otro elemento decorativo. Voilà!
- Cesto de mimbre… o ¡todo lo que puedas imaginar! Pocas cosas más prácticas y útiles existen que los cestos de mimbre. Son ideales para almacenar pero también para decorar. ¡Llénalos de todo lo que se te ocurra y déjalo a la vista! No te equivocarás.