Los casos de corrupción se han convertido, desgraciadamente, en una tónica en la actualidad de los medios de comunicación. Los casos de corrupción política están salpicando de lleno a muchos de los directivos de grandes empresas que ven cómo estos hechos están afectando de lleno a la reputación global de las compañías. Según José María San Segundo, director de Merco Empresas y Líderes, el monitor empresarial de reputación corporativa, “los grandes movimientos del ranking tienen que ver con los casos de corrupción”.
La salida del consejo de OHL de Javier López Madrid, el juicio de las tarjetas black de Caja Madrid, las supuestas comisiones pagadas a distintos gobiernos de ferrovial o FCC entre otras muchas constructoras… el mal endémico de la sociedad española –según el último CIS la preocupación sobre la corrupción ha aumentado 7 puntos hasta llegar al 44%- también se está convirtiendo en todo un quebradero de cabeza para los gestores de la reputación de las grandes compañías.
Cuando un líder de una empresa se enfrenta a un caso de corrupción “existe una transferencia de la pérdida de reputación de esa persona a la reputación general”, asegura José María San Segundo, incluso –apostilla–, la reputación de la empresa se puede ver mucho más afectada que la del propio implicado. “La reputación de una empresa se resiente por la relación entre una empresa y su líder” incluso en ocasiones “sufre más la reputación de la propia empresa que la del líder”, aseguraba San Segundo durante la presentación de los resultados del merco Empresas y Líderes.
Sin citar casos concretos, San Segundo aseguraba durante la presentación que “hay empresas que han sufrido mucho en las posiciones del ranking porque sus líderes han estado envueltos en problemas de corrupción”. Si analizamos el ranking merco de este año, y lo comparamos con el de la edición anterior, vemos salidas de grandes empresas como el Grupo Villar Mir (puesto 95 en 2016), precisamente Javier López Madrid y su condena en el caso de las tarjetas black y su investigación en varios casos de corrupción han tocado de lleno a la reputación de este grupo empresarial.
La gran pregunta que muchos gestores de la reputación se hacen es el por qué hay empresas que en similitud de circunstancias y hechos no sufren tanto la pérdida de reputación cuando se presenta un escándalo. La respuesta, según San Segundo, se debe a un problema de base, es decir, aquellas empresas que tienen construida una reputación más sólida, aguantan mejor el bache. “Hemos visto como desaparecían muchas entidades porque quebraban o porque tenían problemas financieros, hemos visto desaparecer algunos líderes porque han perdido relevancia o porque han tenido problemas… solo cuando hay circunstancias excepcionales la reputación se rompe -como los casos de corrupción-“.
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