El 24% de los varones asturianos con antecedentes familiares de primer grado sufren aneurisma de aorta abdominal. Se trata de una enfermedad degenerativa de la pared de la aorta que conduce a una dilatación de la misma, en un proceso asintomático que puede terminar en una rotura de esta arteria. Según la tesis doctoral presentada por la doctora Marta Botas y que coincide con el 63º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Angiología y Cirurgia Vascular (SEAVC), que se celebra del 6 al 9 de junio en Gijón, el Principado de Asturias tiene una prevalencia del 13,1% por encima de la media nacional que los estudios publicados sitúan en torno al 4%.
En este trabajo, dirigido por el doctor Javier Álvarez, presidente de SEAVC, y el doctor Safwan Escaf, los hombres son los que salen peor parados, sobre todo, a partir de los 65 años, cuando la prevalencia se dispara hasta el 40,9%. En las mujeres la cifra es mucho más discreta. Así, en el total de la población, solo el 3,5 de las féminas sufren riesgo de aneurisma aórtico abdominal y, pasados los 65 años, el porcentaje asciende al 9,3%. Para llegar a estas conclusiones, la doctora Botas recogió datos de 214 individuos de 107 familias diferentes, entre 2013 y 2015, a los que se les realizó una exploración física y una ecografía abdominal y de las arterias periféricas.
Además de los antecedentes familiares, el tabaquismo, la hipercolesterolemia, la diabetes o la hipertensión arterial son factores de riesgo que aumentan la posibilidad de sufrir un aneurisma de aorta abdominal. El 80% de las personas que padece una rotura por aneurisma de aorta abdominal fallece, mientras que si se realiza un diagnóstico temprano y gracias a la cirugía, la cifra se reduce al 6%. Para detectar esta enfermedad, que es asintomática, basta con realizar una simple ecografía.