España, pionera en Europa en la acreditación de la excelencia asistencial en cardiología

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España es pionera a nivel europeo en la acreditación nacional de la excelencia asistencial en cardiología. En este sentido, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha empezado, a través de su programa SEC-Excelente, con el análisis y acreditación de las Unidades de Insuficiencia Cardiaca (IC) en nuestro país. Y es que el tratamiento de la insuficiencia cardiaca resulta un asunto de creciente importancia para nuestro Sistema Nacional de Salud, al tratarse de la primera causa de hospitalización en mayores de 65 años y destinarse el 2-3% del gasto sanitario total.

“Cada día es más imperativa la necesidad de desarrollar estándares y guías de actuación que garanticen la calidad de los procesos sanitarios, reduzcan la variabilidad de la práctica clínica y aumenten la seguridad de los procedimientos”, apunta el Dr. Andrés Iñiguez, presidente de la Sociedad Española de Cardiología. La SEC lidera esta línea de actuación como sociedad científica, mediante su programa SEC-Calidad, y colabora en la cohesión del Sistema Nacional de Salud, desarrollando estándares de calidad y buenas prácticas, y generando información relevante sobre resultados en salud de la asistencia sanitaria, para  reducir las importantes desigualdades en salud entre los  diferentes Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas. “Solo la optimización de la calidad asistencial y la promoción de la investigación que genere información relevante sobre resultados en salud del funcionamiento de los servicios sanitarios pueden conducirnos a mejorar”, aclara el presidente de la SEC.

El programa SEC-Excelente, dentro del proyecto SEC-Calidad, persigue integrar, dar coherencia y completar las numerosas actividades y programas de mejora de la calidad impulsados por la SEC y sus Secciones Científicas, en lo que se ha denominado “el circulo virtuoso de la Calidad”  (medir, comparar con estándares, auditar para mejorar, y finalmente acreditar). SEC-Excelente trata de alinear en la mejora de la calidad a los cardiólogos y profesionales vinculados a la asistencia de las enfermedades cardiovasculares, a los Servicios / Unidades de Cardiología, a las administraciones públicas y autonómicas y a los gestores sanitarios. “El objetivo último de SEC-Excelente no es otro que reducir la mortalidad y aumentar la calidad de vida de los pacientes con cardiopatía, con un uso eficiente de los recursos disponibles”, aclara el Dr. Íñiguez. 

 

Esta mañana, la Casa del Corazón ha acogido el acto de entrega de galardones para reconocer la labor asistencial en IC de catorce hospitales españoles repartidos en ocho comunidades autónomas distintas. En el evento se ha reunido a los responsables de los hospitales galardonados con este reconocimiento:

  1. Complexo Hospitalario Universitario A Coruña (Galicia)
  2. Complejo Asistencial Universitario de Burgos (Castilla y León)
  3. Hospital Universitario Central de Asturias (Asturias)
  4. Hospital Clínico San Carlos (C. Madrid)
  5. Hospital Universitari de Bellvitge (Cataluña)
  6. Hospital Universitari i Politècnic La Fe (C. Valenciana)
  7. Hospital General Universitario J.M. Morales Meseguer (Murcia)
  8. Complejo Hospitalario Universitario de Granada (Andalucía)
  9. Complejo Hospitalario de Jaén (Andalucía)
  10. Hospital Comarcal San Juan De la Cruz (Andalucía)
  11. Hospital Universitario Reina Sofía (Andalucía)
  12. Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Galicia)
  13. Hospital Marina Salud. Denia (C. Valenciana)
  14. Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Badalona (Cataluña)

A lo largo de este año, en una segunda fase, la SEC tiene previsto conceder este sello de calidad a diez hospitales más. “En Europa, la existencia de unidades de insuficiencia cardiaca es muy variable, aunque la mayoría de hospitales especializados disponen de unidades de IC”, explica el Dr. Manuel Anguita, presidente electo de la Sociedad Española de Cardiología. Esta acreditación de excelencia “ha despertado un enorme interés a nivel europeo y es posible que la Sociedad Europea de Cardiología quiera implantar un proyecto de acreditación similar al SEC-EXCELENTE”, añade.

 

¿Cómo se acredita la excelencia asistencial en IC?

La SEC ha establecido tres tipos de unidades de IC, dependiendo de sus características y del tipo de hospital del que dependen: comunitaria, especializada y avanzada. Según el tipo de unidad del que se trate, se requieren unos criterios específicos para optar a la certificación.

 

 

El proceso de acreditación consta de tres fases: revisión de la documentación solicitada; auditoría, que incluye visitas a las instalaciones y entrevistas con los miembros del equipo de la unidad; e informe con observaciones y recomendaciones de mejora (de ser necesario para obtener la certificación). Si la valoración final del Comité Científico es favorable, la SEC emitirá un certificado de acreditación de la unidad, reconociendo el cumplimiento de los estándares establecidos.

La acreditación de las unidades de insuficiencia cardiaca lleva asociada la realización de un registro nacional de pacientes que sufren este problema “lo que en el futuro permitirá analizar a nivel nacional los resultados en cuanto a mortalidad y reingresos de cada centro, y así comprobar la calidad de la asistencia prestada”, comenta el Dr. Anguita.

Si bien los procesos de acreditación son exigentes, es muy importante comprobar que las unidades de IC existentes en nuestros hospitales cumplen los máximos estándares de calidad asistencial. “A pesar de que la mayor parte de los hospitales españoles de segundo y tercer nivel cuentan con unidades específicas de IC, es fundamental conseguir que todos los centros sanitarios nacionales dispongan de ellas”, refiere el Dr. Anguita.

La creación de nuevas unidades de IC no aumentaría los costes asistenciales, pues “una mejor organización y una mejor gestión disminuye el gasto y compensa el aumento de recursos”, aclara el especialista. “Muchos estudios han demostrado que este tipo de unidades de insuficiencia cardiaca mejoran el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes, disminuyendo las descompensaciones e ingresos hospitalarios y su mortalidad, siendo sus resultados claramente superiores a los obtenidos con el manejo convencional”, concluye.

 

 

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