El tratamiento percutáneo de la valvulopatía aórtica sustituirá a la cirugía en el futuro

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El futuro de la cardiología intervencionista se dirige hacia el tratamiento de la enfermedad valvular aórtica de forma percutánea con resultados a corto, medio y largo plazo similares a los de la intervención quirúrgica en pacientes que no son candidatos a cirugía, e incluso en pacientes con riesgo quirúrgico alto e intermedio.

Esta ha sido una de las conclusiones de la 28ª Reunión Anual de la Sección de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista de la  Sociedad Española de Cardiología (SEC), celebrada los pasados 8 y 9 de junio en Cádiz.

Como se desprende de los datos del Registro Nacional de Actividad en Cardiología Intervencionista del 2016, presentados durante el congreso, el implante de prótesis aórticas transcatéter (TAVI) ha aumentado en los últimos años. Durante el congreso se han presentado los datos del registro nacional de TAVI, cuyo objetivo es reflejar como es el manejo transcatéter de la valvulopatía aórtica.

“En dos años hemos conseguido casi duplicar el número de pacientes incluidos en el registro. Empezamos en el año 2015 con 2.900 y ahora tenemos casi 5.500 TAVI en 2016”, indica la Dra. Pilar Jiménez, vocal de la Sección de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista de la SEC.

“Durante estos dos años de trabajo, hemos actualizado la base de datos del registro, intentando mejorar el número de variables, actualizar las definiciones de los eventos y facilitar a los centros la aportación de los datos, comenta la especialista. La recogida de estos datos permitirá “elaborar un manuscrito que refleje lo que hacemos en España, cómo lo hacemos y cuáles son nuestros resultados”. Este documento incluirá información sobre el número de TAVI que se implantan en España o el tipo de válvulas más frecuentes que se utilizan, entre otros temas.

Hacia los tratamientos percutáneos de la valvulopatía

Hasta hace poco, la cirugía era el único tratamiento para la estenosis aórtica degenerativa en personas mayores con muchas comorbilidades con un pronóstico malo cuando la enfermedad se hacía sintomática. “pero desde hace unos años ha surgido el tratamiento transcatéter de la válvula aórtica, que en un principio se utilizó en pacientes inoperables o de alto riesgo y estudios aleatorizados demostraron que era comparable a la cirugía”, como señala la Dra. Jiménez.

 

La estenosis aórtica degenerativa es la enfermedad más frecuente en personas mayores de 75 años, que consiste en una lesión que afecta a la válvula aórtica causada por la acumulación de calcio lo que impide que la válvula se cierre de forma hermética. Existen tres estadios de la patología (leve, moderada y grave). Es evidente que el tratamiento de la valvulopatía aórtica está evolucionando debido a que las indicaciones médicas se han ampliado y ya no solo lo reciben los pacientes inoperables sino también aquellos de riesgo intermedio. “En un 80% de los pacientes tenemos dos alternativas, la cirugía y el tratamiento transcatéter de la válvula aórtica, que tienen el mismo resultado. Sin embargo, la primera es una intervención más agresiva”, añade la especialista.

“Es muy importante tratar la estenosis aórtica degenerativa, ya que cuando se vuelve sintomática aumenta la mortalidad del paciente. Dependiendo del tipo de síntomas, la supervivencia varía entre uno y tres años, y este riesgo se puede paliar corrigiendo esta anomalía”, comenta la doctora. En lo referente a otros tipos de valvulopatías, la Dra. Ana Serrador, vocal de la Sección de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista de la SEC, hace alusión a “los esfuerzos importantes que se están destinando al tratamiento percutáneo de la valvulopatía mitral”.

 

Otras novedades en cardiología intervencionista

Durante las jornadas también se han presentado novedades en farmacología en intervencionismo coronario, en imagen y fisiología como “la valoración del flujo coronario a través de un software que permite su análisis a partir una reconstrucción angiográfica, además de tratar ampliamente la iFR (o ratio instantánea wave-free), en la valoración funcional de las lesiones coronarias y su posible superioridad al FFR (reserva fraccional de flujo), explica la Dra. Serrador.

 

Sobre este tema, cabe destacar que “siguen aumentando los procedimientos diagnósticos y terapéuticos principalmente en el contexto del infarto y de la angioplastia primaria como consecuencia de la implantación progresiva del Código Infarto en las comunidades autónomas con el objetivo de mejorar la atención en esta patología”. Respecto al intervencionismo estructural, se ha tratado la actuación sobre la válvula mitral y la investigación en las prótesis percutáneas a este nivel.

 

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