La Inteligencia Artificial amplia las opciones de atraer talento y obliga a evolucionar a empresas y empleados

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Desde los coches sin conductor a la asistente por voz Siri, la Inteligencia Artificial (AI) está influyendo en nuestras vidas y en muchos sectores ya que su popularidad aumenta rápidamente. Algunas voces alarmistas han llegado a la conclusión de que todo esto terminará causando una crisis de capital humano cuando los humanos sean substituidos por máquinas y, observando cómo avanzan algunos sectores, no es tan raro llegar a esta conclusión.

Sergio Hinchado, Senior Manager de IT de Hays, nos cuenta una historia rápida. Las cuatro revoluciones representan el precursor del crecimiento de la Inteligencia Artificial. En la Primera Revolución Industrial vimos como las primeras ciudades industriales surgieron donde se encontraban los recursos, aparecieron nuevas formas de actividad manufacturera y la mecanización empezó a reemplazar a algunos trabajadores en las fábricas. No obstante, para que las máquinas funcionaran correctamente era necesaria mano de obra cualificada que supiera mantener y asegurar el buen funcionamiento de la maquinaria así como el nivel de producción.

Durante la Segunda Revolución, se introdujo la producción en masa en las cadenas de montaje de todo el mundo. Las producciones manufactureras aumentaron y se empezó a incentivar el nivel de especialización e interdependencia. Más tarde, apareció la Tercera Revolución Industrial con la automatización de procesos de fabricación repetitivos bajo parámetros bien definidos y con la mínima intervención humana.

Actualmente ya estamos en la Cuarta Revolución Industrial, dando la bienvenida y acogiendo a la robótica. Ésta va más allá de la automatización de la era industrial anterior, ya que hoy día realizan tareas mucho más complejas y tienen la capacidad de adaptarse a parámetros externos cambiantes. En esta nueva era, la máquina se adapta inteligentemente a su entorno y es cuando la intervención humana se hace todavía menos necesaria. Por tanto, lo que al principio se consideraba imposible o peligroso para el ser humano ahora se ha convertido en un desarrollo continuo de procesos de fabricación que aportan constantemente nuevas posibilidades.

“La productividad ha aumentado tanto en escala como en alcance, ya que los productos se crean a medida que aumenta la autonomía y la conectividad de la máquina gracias al Internet de las Cosas. A diferencia de Revoluciones Industriales anteriores, la Inteligencia Artificial se ha integrado más allá de las fábricas y hoy día está presente en cualquier ámbito de nuestra vida cotidiana dando lugar a infinidad de posibilidades de contratación y de empleo”, tal como asegura Sergio Hinchado. Debemos tener en cuenta que estamos delante de una evolución en la que la Inteligencia Artificial participa en todo lo que hacemos y que genera interesantes implicaciones en cualquier sector:

 

Como resume Sergio, “los humanos ya han sobrevivido y prosperado debido a las tres revoluciones industriales, por tanto, no hay motivo para pensar que esta última vaya a ser diferente y signifique el fin de la humanidad. Debemos prepararnos, iniciar programas de formación y ver cómo se pueden usar las regulaciones para proteger a los trabajadores. Así pues, seremos capaces de aprovechar de forma efectiva la IA y la transición hacia la nueva era donde la innovación y la tecnología continuaran creando oportunidades que ahora no imaginamos”.

 

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