La adicción es un trastorno mental y no un acto voluntario y vicioso

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Las conductas adictivas constituyen un trastorno mental, tal y como ha demostrado la investigación científica y las neurociencias. Existen procesos neurobiológicos y medioambientales involucrados en el comportamiento de las adicciones tanto a sustancias (tabaco, cocaína, cannabis, alcohol…) como sin ellas (juego, sexo, alimentación,…).

No obstante, a pesar de que gracias a considerar la adicción como trastorno mental/cerebral ha producido medidas preventivas, abordajes terapéuticos y políticas de salud pública eficaces para abordarla, este concepto continúa siendo cuestionado por algunos colectivos, según aseguran la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), la Fundacion Patologia Dual y la World Association on Dual Disorders (WADD).

“El motivo de que se cuestione la adicción como un trastorno mental quizá se debe, entre otros motivos, al desconocimiento de los mecanismos neurobiológicos que subyacen a estas conductas, y que la investigación en neurociencias comienza a aclarar”, según explica la Dra. Nora Volkow, directora del National Institute on Drug Abuse (NIDA) en EEUU. En su opinión: “El concepto de adicción como un trastorno de la mente/cerebro desafía valores profundamente arraigados en la opinión pública, sobre autodeterminación y responsabilidad personal que señalan el uso de drogas por estas personas adictas como un acto voluntario y hedonista”.

Recientemente, algunas opiniones publicadas sin fundamento científico cuestionan los avances de las neurociencias y sitúan al paciente adicto como responsable de conductas placenteras y, en último término, viciosas. A este respecto, la SEPD quiere aclarar que: “Nadie elige tener una adicción. Los factores sociales ponen en contacto a la población con las drogas o sustancias pero son factores individuales los determinantes de la vulnerabilidad a la adicción.

Solo un 10% de las personas expuestas a sustancias sufrirán una adicción y, de entre estas personas, la gran mayoría sufre, además de la adicción, otro problema mental, padeciendo lo que se denomina patología dual. “No todo el que consume tiene una adicción, y el que la sufre no la elige”, explican.

 

Por todo esto, la SEPD, la Fundación Patología Dual, la WADD y la Sección de Patología Dual de la Asociación Mundial de Psiquiatría (WPA) han elaborado el siguiente decálogo:

 

En los años ochenta del siglo pasado los pacientes con trastornos mentales fueron integrados definitivamente en el Sistema Nacional de Salud, con la excepción de aquellos que sufrían de forma relevante adicciones, exclusión que discriminó a estas personas, relegadas a la atención en redes diferenciadas.

Por todo ello, estas sociedades científicas expresan: “En el abordaje de las personas con adicciones y con patología dual se deben aplicar los conocimientos científicos, tanto de la medicina como de la psiquiatría y psicología actual. El tratamiento basado en las evidencias científicas debe centrarse en el paciente, ser integral, de calidad y de libre acceso. Todo ello ayudará a no repetir los errores del pasado y evitará que se estigmatice gravemente tanto al paciente como a sus familias”.

 

 

 

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