Los trabajadores del Grupo Zeta y los representantes de la compañía siguen enrocados en una situación con difícil solución. La falta de margen de movimiento en ambos bandos pone en aprietos al árbitro que está trabajando en un entendimiento entre ambas partes. Ninguna de las dos partes quiere ceder y desde la plantilla no descartan retomar las movilizaciones si no obtienen algún gesto de buena voluntad por parte de la empresa.
La plantilla asegura que desde los representantes del Grupo Zeta no sólo no están poniendo de su parte para alcanzar un acuerdo, sino que no están dispuestos a ceder en su postura ante las peticiones de la plantilla, principalmente de El Periódico y Sport. En esta misma línea, los representantes de los trabajadores han anunciado a través de un comunicado que no renunciarán a sus peticiones y que seguirán exigiendo que se valore el trabajo que hacen.
Lo han hecho después de conocer que el arbitraje que media para alcanzar un acuerdo ha tomado la decisión salomónica de bajar la rebaja salarial, de un 21 un 8%, algo que sigue pareciendo insuficiente a los trabajadores. Además, de esto, el árbitro trabaja para elaborar una propuestas de preacuerdo que presentará a ambas partes y que desde el Comité de los trabajadores lo trasladarán a la plantilla que sopesará cuáles son sus próximas decisiones, entre las que no se descarta volver a las huelgas y paros.
Y mientras tanto, desde el Grupo Zeta también se mantienen inmóviles. La empresa no está por la labor de devolver la rebaja salarial que han tenido que afrontar los trabajadores desde este mes de julio. Además, los miembros del Comité de Empresa, han asegurado en un comunicado que desde Zeta no están tomando medidas para evitar una posible salida masiva de trabajadores que pueda producirse en un corto plazo. La realidad es que la situación es complicada ante la inmovilidad de los dos bandos, que siguen forzando la cuerda y haciendo caso omiso al arbitraje.
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