El referéndum ilegal que pretende llevar a cabo la Generalitat de Cataluña ha puesto a los medios de comunicación autonómicos en el punto de mira social. Si hace unas semanas fueron los del ámbito privado los que se convirtieron en protagonistas, ahora los medios públicos también han saltado a la palestra tras la petición realizada por el Grupo de Periodistas Pi i Margall para que mantengan la neutralidad de cara al 1 de octubre.
Esa es la fecha clave para el Gobierno liderado por Carles Puigdemont, un día en el cual pretenden llevar a cabo el famoso referéndum para la independencia de Cataluña. El objetivo es claro y por ello no dudan en usar todas sus armas a su alcance para convencer a los ciudadanos. Es aquí donde los medios de comunicación juegan también un papel clave en todo el proceso. A finales de junio los medios de titularidad privada que operan en Cataluña vieron como salía adelante una moción presentada por la CUP en la que instalaba a la Generalitat a condicionar las ayudas que otorga a esos medios privados. Sólo aquellos que aceptasen publicidad sobre el referéndum debían recibir ayudas.
La noticia generó una ola de críticas en todo el sector y especialmente entre los profesionales del periodismo y sus representantes, que rechazaban frontalmente la propuesta al considerarla como una medida que va en contra de la libertad de expresión y que ejerce presiones económicas en favor de determinados intereses. La tensión a medida que se acerca el 1 de octubre va creciendo y es por ello que el Grupo de Periodistas Pi i Margall ha hecho un llamamiento en este caso a los medios de titularidad pública.
La asociación ha reclamado tanto a las emisoras de radio como a las televisiones dependientes de la Generalitat que mantengan su netralidad de cara a las informaciones que ofrecen sobre el referéndum. En un comunicado de prensa el Grupo ha defendido que “los ciudadanos tienen derecho a ser informados con veracidad, pluralidad e imparcialidad, especialmente por parte de los medios públicos que sufragan con sus impuestos. Por ello, esta asociación de periodistas pide, tanto a los profesionales de la información que trabajan en dichos medios como a sus máximos dirigentes, que sean conscientes de dicha responsabilidad y que informen sobre los hechos sin tomar o apoyar ninguna de las posturas que puedan surgir a raíz de dicha consulta, tanto en los programas informativos, como en los divulgativos o de entretenimiento”.
De forma paralela esta representación de periodistas de Cataluña ha pedido a los responsables de dichos medios que den voz en sus programas a aquellos colectivos o partidos políticos que muestran su rechazo a la consulta para garantizar de esta manera la pluralidad de ideas de la sociedad catalana. El Grupo de Pi i Margall ha considerado este último punto como clave para el ciudadano esté informado correctamente y después pueda tomar sus propias decisiones libremente. Todo apunta que no será la última polémica sobre este asunto de aquí al 1 de octubre.
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