La posibilidad de reventón de los neumáticos con presiones bajas se multiplican por cinco en verano

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Un termómetro ambiental por encima de los 40 grados centígrados y un asfalto que ronda los 80 grados son los enemigos naturales de aquellos neumáticos con tres décimas o más por debajo de la presión recomendada por el fabricante del vehículo, recuerdan los especialistas de Grupo Andrés, distribuidor de dos millones de cubiertas al año en España y Portugal.

Más del 73 por ciento de los automóviles, todo camino y 4×4 que ruedan a diario por las carreteras y autopistas españolas equipan neumáticos con poca presión o desgaste extremo de su banda de rodadura. La situación empeora al sumar los daños internos en las cubiertas con mayor kilometraje, ya sea por golpes contra bordillos o contra baches. Un neumático mal inflado, con una estructura debilitada y más de 40.000 kilómetros es el peor compañero de viaje. Vigilar la presión de las cubiertas en frío, antes de iniciar cualquier recorrido importante con el vehículo, es el mejor antídoto contra la epidemia de reventones de este verano, recuerdan desde Grupo Andrés. Más información en www.grupoandres.com

Las imágenes de bandas de rodadura de neumáticos tiradas por los arcenes están marcando las primeras salidas veraniegas. Neumáticos con presiones muy por debajo de lo recomendado por el fabricante del vehículo y temperaturas muy altas se combinan para propiciar toda clase de reventones. Son las señales inequívocas de un parque de neumáticos más envejecido de lo deseable, que rebaja seriamente la seguridad vial.

Los neumáticos con presiones bajas se deforman más que las cubiertas con el inflado adecuado. Dichas deformaciones aumentan las zonas de contacto entre los diferentes elementos de la estructura interna y la propia goma, incrementando rápidamente la temperatura del conjunto. Al sumar un manto de asfalto que puede alcanzar los ochenta grados centígrados se llega a la “tormenta perfecta”: el aire contenido en el neumático se calienta de forma exponencial incrementando la presión que ejerce sobre la propia cubierta hasta niveles prohibidos. El resultado final es un reventón por el punto más débil: la conexión entre banda de rodadura y flancos del neumático.

“Nuestra misión, como expertos en el mundo del neumático”, comenta Eduardo Salazar, Director General de Grupo Andrés, primer distribuidor exclusivo e independiente de neumáticos en España y Portugal, “es alertar de los riesgos de reunir calor extremo en el ambiente y en el asfalto con cubiertas parcialmente desinfladas que se aproximan al límite de su vida útil”.

El consejo básico de los responsables de Grupo Andrés, que distribuyen dos millones de neumáticos de todas las marcas en más de 20.000 talleres especializados, es muy claro: “Revise detenidamente las presiones de las cubiertas de su vehículo si va a rodar bajo las altas temperaturas de este verano.

Piense en la sustitución de dichas cubiertas si han superado los 40.000/45.000 kilómetros por su seguridad, la de sus acompañantes y la del resto de los usuarios de la carretera. Los neumáticos con mayor kilometraje recorrido son los más peligrosos en esta situación climatológica”.

El parque español de cubiertas es, ahora mismo, uno de los más viejos de Europa, ya que los índices de reposición aún no llegan a un neumático por coche y año, cuando el valor idóneo es de 1,2 cubiertas por coche y año. Dicha situación está en consonancia con un parque de automóviles cuyo promedio de vida se acerca a los doce años.

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