Los cambios en el consumo, la estructura y los contenidos de la radio deportiva

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Hay aficionados que recuerdan con nostalgia aquellas tardes de sábado y domingo cuando podían seguir los partidos de La Liga y enterarse de la actualidad en cuestión de pocas horas. No era necesario como ahora engancharse a la radio en la noche del viernes y apagarla a última hora del lunes para seguir tan sólo una jornada liguera. La concentración de horarios generaba entonces una emoción y un espectáculo radiofónico que hoy en día resulta prácticamente imposible de alcanzar. No obstante, las emisoras y sus equipos de Deportes se esfuerzan por buscar fórmulas que mantengan el interés de los oyentes durante los maratonianos programas de cada fin de semana.

Una tarea muy complicada que ha llevado a un cambio del consumo radiofónico deportivo. El oyente ya no escucha espacios como Carrusel Deportivo (Cadena SER), Tiempo de Juego (Cadena COPE), Radioestadio (Onda Cero) o Tablero Deportivo (RNE) de principio a fin. Ahora los aficionados siguen estos programas por tramos, en función de cuándo juegue su equipo o haya algún partido destacado. Es por ello que el trabajo es máximo para rellenar horas y horas de radio manteniendo el nivel y siempre bajo el recuerdo de que cualquier minuto es clave para el Estudio General de Medios (EGM).

Además de deporte estos programas pueden considerarse como el verdadero paradigma del entretenimiento en la radio. Humor, mucha música, cultura e información curiosa se han convertido en contenidos fijos de los formatos deportivos de las emisoras y su peso va en aumento. Una mezcla que se ve reforzada por un equipo de colaboradores y comentaristas cada vez más numeroso. Todos ellos van interviniendo de manera escalonada a lo largo de las diez horas de radio que pueden llegar a estar en antena del ‘tirón’ los equipos liderados por Dani Garrido en la SER, Paco González en la COPE, Héctor Fernández en Onda Cero o Manu Martínez en RNE.

La estructura de los programas también ha sufrido cambios. Los contenidos no suelen tener una ubicación fija y es habitual que fluctúen cada fin de semana según los horarios de los partidos ‘más importantes’. Es por ello que secciones como ‘La primera hora’ de Tiempo de Juego ya nunca suele ser esa ‘primera hora’ que dio origen a su nombre.

Nadie sabe hasta qué punto esta ‘locura’ de horarios impuesta desde La Liga que lidera su presidente Javier Tebas -denunciada por locutores y oyentes de manera continuada- puede terminar pasando factura a la audiencia de estos programas. Muchos aficionados muestran públicamente su ‘cansancio’ por la eternidad de cada jornada y reconocen escuchar solo por tramos estos formatos. Por tanto, sería muy interesante conocer los consumos de la radio deportiva por franjas y en relación a los contenidos que ofrecen las emisoras en esos momentos. Ese es el secreto mejor guardado de la radio y el indicador óptimo para descifrar las preferencias de los oyentes. 

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