Un diagnóstico más preciso, clave para aumentar eficacia y seguridad de la inmunoterapia con alérgenos

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En los últimos años, la medicina ha experimentado grandes avances en los campos del diagnóstico y el tratamiento. Ahora los avances están llegando precisamente en la confluencia de ambos aspectos: el aumento de la especificidad del diagnóstico está permitiendo saber qué pacientes responden mejor al tratamiento. Esto es lo que está ocurriendo en las patologías alérgicas, como se ha puesto de manifiesto en las VII Jornadas Alergo Actual, organizadas por la compañía de ciencia y tecnología Merck en el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS) el pasado fin de semana.

En el campo de la inmunoterapia con alérgenos (vacunas contra la alergia que atacan a la enfermedad en lugar de a sus síntomas), se ha mejorado el diagnóstico por componentes: “Ya no se habla del extracto completo, sino que se va más hacia el aspecto molecular, determinando, por ejemplo, a qué proteínas concretas del polen de gramíneas es alérgico un paciente, de forma que se puede saber si va a reaccionar ante un tratamiento gracias a la mejor precisión en el diagnóstico”, explica el doctor Carmelo Escudero, médico adjunto de la Sección de Alergología del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, de Madrid. “Esto nos permite abordar la inmunoterapia con aún más eficacia y seguridad”.

Aunque las enfermedades alérgicas figuran entre las que más han aumentado en prevalencia, en parte por nuestro estilo de vida, “el tratamiento ha mejorado mucho. Antes las alternativas terapéuticas eran A, B y C; ahora son todo un abecedario. Hace dos décadas, había mucha morbimortalidad en pacientes ancianos con asma bronquial, pero hoy son muy raros los fallecimientos e incluso las hospitalizaciones por esta causa”, apunta por su parte el doctor Stefan Cimbollek, médico adjunto de Alergología del Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla. En cualquier caso, “la prevalencia de las enfermedades alérgicas continúa aumentando, y por eso este es un campo en el que queda mucho por hacer”.

Aumento de la prevalencia

En concreto, el coordinador de las jornadas que se han celebrado en Sevilla, el doctor Joaquín Quiralte, jefe de Sección de Alergología del Hospital Universitario Virgen del Rocío, precisa que un 20 por ciento de la población de Andalucía padece alguna de las patologías alérgicas: “Este porcentaje podría extrapolarse al resto de España, aunque es más frecuente en los territorios insulares”. Entre las patologías alérgicas más comunes, el doctor Quiralte señala las respiratorias (en forma de rinitis o asma), las alergias a fármacos y alimentos y enfermedades como la urticaria crónica y la dermatitis atópica. “En 7-8 procesos podemos encontrar el 90 por ciento de los casos de patología alérgica”.

Varias son las teorías de este aumento de la prevalencia de la alergia, en palabras del doctor Quiralte, pero entre las más seguidas conviven algunas ya habituales, como la higiene, y otras más recientes, como la alteración del microbioma, entre cuyas funciones se encuentra el mantenimiento de nuestra salud.

Al respecto de las vacunas en alergia, el doctor Escudero añade que la Organización Mundial de la Alergia y las academias europea y americana han realizado una declaración internacional de consenso que resume las diferentes pautas de administración (subcutánea y oral), la duración del tratamiento y la eficacia de los tratamientos en los últimos años. Una de las novedades en inmunoterapia con alérgenos es que “las iniciaciones ahora son más rápidas, con pautas RAS o clúster. En pocos días se alcanza la dosis máxima, de forma que el paciente tiene que hacer menos visitas a su centro hospitalario, lo cual supone un ahorro tanto para el paciente como para el sistema”.

Asma infantil

El aumento de la precisión en el diagnóstico para aumentar la eficacia del tratamiento también se está dando en el asma infantil: “En el momento del diagnóstico se intenta determinar el fenotipo del niño (sus antecedentes familiares o de otras patologías, por ejemplo), ayudando a determinar la gravedad de su asma, de tal manera que se pueda abordar el tratamiento de forma precoz, ya sea con inmunoterapia o con corticoides inhalados.

Se trata de conocer qué traje va a llevar el paciente, por ejemplo, reduciendo la carga de alérgenos”, apunta el doctor del Hospital Niño Jesús, lo cual ratifica el doctor Cimbollek: “Ya no se trata solo de tratar las enfermedades sino también de prevenirlas. Se puede evitar la aparición de la alergia adquiriendo hábitos que la prevengan, así como iniciando la inmunoterapia con alérgenos de forma preventiva en niños”.

En este aspecto, aun cabe esperar más avances en el estudio del fenotipo, según el doctor Escudero: “En el plano celular, por ejemplo, se pueden determinar las células que intervienen en la inflamación de los bronquios. Asimismo, si conocemos con mayor profundidad las alteraciones del sistema inmunológico (linfocitos, interleukinas…), podremos determinar qué pacientes van a responder al tratamiento”.

El doctor Cimbollek también confía en el estudio del fenotipo para continuar avanzando en el abordaje de las patologías alérgicas: “Ya no es suficiente con diagnosticar un asma bronquial, sino que hay que saber si por ejemplo es eosinofílico. Cada vez somos más capaces de individualizar el tratamiento; si un paciente no responde a un tratamiento no es porque este último no sirva sino porque necesita otro diferente”.

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