Los retos para lograr una mejor atención sanitaria a pacientes crónicos complejos

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Las personas que padecen varias enfermedades crónicas suelen sufrir una gran carga física, relacionada con la propia enfermedad y la carga del tratamiento (asistencia a las citas, control de medicación, etc.), y emocional. Lo que supone un empeoramiento de su calidad de vida e, incluso, les hace dependientes en un alto porcentaje de casos. Así, además de padecer varias enfermedades de manera simultánea -lo que los convierte en pacientes pluripatológicos- tienen que hacer frente a algunos de los problemas que ello conlleva, como la descompensación de algunas de estas patologías y los ingresos hospitalarios frecuentes que ocasionan; aunque la condición crónica más frecuente es la presencia de múltiples enfermedades crónicas en una misma persona.

Para debatir y mejorar la asistencia sanitaria en torno a estos pacientes, la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) celebra en Segovia la quinta edición de la Reunión de Pacientes Crónicos Complejos. En ella, se tratan los retos a los que deben hacer frente, desde el Sistema Sanitario, hasta los profesionales, gestores y pacientes que lo conforman.

Tal y como afirma la doctora Pilar Román, expresidenta de la SEMI, “nuestro sistema sanitario fue concebido hace más de 50 años para enfermedades agudas y, todavía hoy, se organiza por áreas de conocimiento, lo cual significa que los pacientes con varias enfermedades son tratados por diferentes especialistas, dificultando así su manejo y atención”.

La duplicación de exploraciones y la acumulación de tratamientos son dos de los errores frecuentes que se producen en torno a los pacientes con varias enfermedades y a los que estos y el Sistema Sanitario en su conjunto tienen que hacer frente. “Es importante prestar atención e intentar coordinar la gran cantidad de fármacos que son recetados a los pacientes crónicos complejos – en ocasiones, hasta de 10 a 20 diarios-, que pueden tener efectos secundarios o interacciones entre ellos, lo que aumenta la probabilidad de baja adherencia”, explica la especialista. Precisamente, esta baja adherencia, recalca, “puede provocar el efecto adverso de que los profesionales médicos creamos que no está siendo eficaz y se añadan todavía más tratamientos al paciente, lo que supone no solo una falta de efectividad para los enfermos, sino también un aumento del gasto sanitario”.

Así, tal y como explica el doctor Alberto Ruiz Cantero, coordinador del grupo del Paciente Pluripatológico y Edad Avanzada de la SEMI, “la polifarmacia supone gran carga de tratamiento, referida como el trabajo realizado por un paciente para cuidarse a sí mismo, es decir, tomar sus medicamentos, acudir al médico, someterse a exámenes, cambiar su estilo de vida, etc.”.

Por ello, la comunicación resulta esencial para lograr una mejorar asistencia a estos pacientes. En primer lugar, es necesaria una cohesión e interacción fluida entre los equipos médicos encargados de atender a estos pacientes en cada una de sus patologías, en definitiva, entre Atención Primaria y Medicina Interna; y, no menos importante, es la comunicación con el paciente: consensuar los tratamientos, ayudarle a conocer los beneficios de los mismos, sus posibles efectos secundarios y la importancia de seguir las indicaciones correctamente.

Para ello se hace imprescindible que los pacientes se vuelvan proactivos y tomen conciencia de   su situación, ya que “en muchos casos estos pacientes reciben poca y dispar información, desconocen sus propias enfermedades y para qué sirven los tratamientos, además de no ser conscientes de cómo actuar ante los primeros síntomas ni a quién acudir”, argumenta la doctora.  

Manejo individualizado del paciente crónico complejo

Actualmente, los pacientes crónicos complejos precisan de un abordaje individualizado, en el que cada paciente será evaluado por un conjunto de profesionales adaptado a sus necesidades clínicas, sociales y psicológicas. “El equipo encargado de ello debe trabajar de manera conjunta con los profesionales requeridos y con el propio paciente y sus cuidadores. Ayudar al paciente a conocer sus enfermedades, tratamientos y primeros síntomas, así como explicar a quién debe recurrir en cada caso, son algunas de las acciones a tener en cuenta”, insiste la doctora.

Esto mismo sucede a la hora del abordaje de los pacientes crónicos complejos que presentan diabetes como una de sus patologías principales; para lo que es necesario conocer muy bien cada uno de los tratamientos disponibles según el perfil, edad y situación clínica del paciente. “A ello debemos sumarle en este caso la importancia de la dieta y el ejercicio, tanto para la propia diabetes, como para sus complicaciones y la mayoría de comorbilidades asociadas que puede presentar el paciente”, indica la experta.

Para ello, deben evitarse las múltiples visitas a distintos especialistas y a los servicios de Urgencias y centrarse en los expertos generalistas que dan una visión global. De hecho, tal y como aconsejan los expertos internacionales, “los médicos generales, como internistas, de familia o enfermeros son los profesionales adecuados para la atención a los pacientes complejos con varias enfermedades”, asevera la experta. 

Además, según indica el doctor Alberto Ruiz Cantero, “el número de errores médicos aumentan al doble cuando una persona presenta dos o más enfermedades crónicas, o cuando es atendida por cuatro o más médicos que cuando es atendida por uno o dos, siendo los médicos de familia y los internistas capaces de prestar una continuidad asistencial general a las personas con múltiples enfermedades crónicas”.

Retos futuros en cronicidad

En los últimos años, el perfil de los pacientes ha ido transformándose, ya que actualmente la gran mayoría de ellos son de edad avanzada y padecen varias enfermedades simultáneas. Ello implica una gran complejidad en su manejo clínico y social. Desde el punto de vista de los internistas, en palabras de la doctora Pilar Román, “hemos ido adaptándonos a la situación, aprendiendo a realizar valoraciones integrales, colaborando estrechamente con Atención Primaria y los Servicios Sociales, y a coordinarnos con los servicios quirúrgicos”.

Pese a ello, todavía queda mucho camino por recorrer. Dedicar más esfuerzo a la prevención y promoción de la salud o alinear el sistema con las instituciones comunitarias son algunos de los retos de futuro en este ámbito. Tal y como indica la especialista “las dificultades para afrontar los cambios son muchas y, por ello, es preciso que todo el Sistema Sanitario y autoridades sean conscientes del esfuerzo a realizar para conseguir resultados beneficiosos para el paciente y el sistema en su conjunto”.

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