UN DÍA DE FIESTA EN CAT

Publicidad

Nos cuentan de fuentes cercanas al Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que se le había avisado, e incluso propuesto tomar el domingo de votaciones en Cataluña como un ‘día festivo’ en el que el Pueblo pudiese disfrutar de sus calles, ir a votar, celebrarlo, tomar unas cañitas, y esperar a que el Estado se acomodase para entender sus necesidades.

Pero, una decisión rara, como todas las que se toman en Moncloa, llevó al inmóvil Presidente a mirar a derecha e izquierda, a su diestra Cospedal, a la izquierda, y cercana a El País, Soraya Sáenz de Santamaría, ministra plenipotenciaria de Cataluña, y a la que se apunta el mérito de la gran cagada del día del referéndum catalán. No nos toca hablar de esto, pero me contaron en una cena con monclovitas que: ‘Mariano no hace caso a nada, ni a nadie’, que delega sus funciones en sus alrededores, pero que dice tener todo atado y bien atado… No se dan cuenta que los que nos dirigen son: abogados del estado, opositores, cerebritos… y esto nada tiene que ver con la sensibilidad que hoy reclama España.

No sé si los que apoyan al Presidente lo hacen con la conciencia de que los demás no somos borrones del chiste en el que vivimos. Y, ¿la estrategia? Que os voy a contar que no hayáis visto y vivido. Hemos asistido a una zambra de la comunicación. Se llegó tarde y mal a todo, las asesoras no supieron prever que lo de Catalunya es una manifestación del mal rollo que hay entre todos, y, por culpa de todos. Diálogo, que no es tan difícil sentarse a hablar, y buscar salidas dignas para todas las situaciones.

La comunicación se cargó las posibilidades de llegar al resentido Rajoy a Moncloa. Los complejos de la derecha, eso dicen los que han votado a Mariano, les llevan a reinventarse o reventar. Cifuentes está amortizada; Feijoó lo intenta; Martínez y Maillo… De las vicerreinas poco que decir, que para apuntar a la defensa del Estado no hace falta machacar la imagen de los jueces, fiscales, policía, guardia civil, mossos, bomberos… Se trata de construir, no de enfrentar. De comunicar y decir a los ciudadanos la verdad, sea la que sea. Somos SOBERANOS. El ÚNICO SOBERANO, EL PUEBLO.

Publicidad
Publicidad
Salir de la versión móvil