Esa pregunta se ha repetido en todos los patios de colegio, recuerdo cuando jugábamos al fútbol (12 partidos simultáneos) y los compañeros siempre te preguntaban, que de qué equipo eras. Mi respuesta siempre fue la misma y daba igual si jugábamos en el cole o en la calle, “Yo no soy de nadie”. Nunca me he sentido identificado con un equipo de fútbol, lo veía como algo muy comprometido, cuando sientes y llevas la afición por dentro sufres por ver a tus colores perder, y lloras cuando ganan. A mí eso me daba bastante igual, prefería divertirme y correr tras un balón sin signos, ni himno.
En los años 50, EEUU comenzó una ‘caza de brujas’ contra todo aquel que mostrase poca lealtad (o ninguna), sublevación o traición. Esta involución se consolidó en la sociedad americana y la acuñaron como Macartismo. Estas prohibiciones de pensamiento, de libertad del individuo fueron muy aplastantes en aquellos años y parece que han vuelto, ¿para quedarse? Las nuevas metas de las empresas chocan en muchas ocasiones con las libertades de pensamiento de cada individuo. Imaginas que tu empresa preguntase… y tú, ¿de quién eres?
Cada uno que saque sus propias conclusiones, pero me extraña que en este siglo sigamos persiguiendo a los que no piensan como nosotros. He tenido la oportunidad de trabajar con gente de derechas, izquierdas, centro y hasta extremos. En resumen todos han sido seres humanos que respiraban y hacían su vida como el resto. ¿Es peor mi amigo Manolo por ser rojo?, ¿es peor mi amiga Paula por ser azul? Nadie es peor por pensar como quiere, como le han educado o como entiende la vida. ¿existe racismo desde la cuna? Comprobado ha quedado que no, y es sencillo de explicar. Todos somos humanos y compartimos algo que es la semejanza de nuestros rasgos (unos negros, otros blancos, otros amarillos) en resumen somos iguales.
La igualdad es la semejanza entre nosotros, es lo que nos hace sentirnos cercanos al resto. Sin igualdad no hay sociedades, y a esto estamos asistiendo en primera fila, la disolución de las sociedades. El tejido social es algo muy delicado, y no se debe jugar con él. y tú ¿de qué partido eres? Esa pregunta siempre ha retumbado en mi interior. ¿soy mejor por ser de éste? ¿soy peor por ser de aquel? Seguro que no, y nunca debería ser así. ¡Uhm!, entonces, me juzgan por mi modo de pensar. Pienso y siento la vida de una manera, con una sensibilidad distinta a la del resto. ¿soy peor por esto? Muchos creen tener la razón absoluta y la verdad en exclusiva, pero no, no existe una verdad absoluta sobre nada, no existe un solo punto de vista de las cosas, hay miles de vertientes y derivaciones.
¿Eres independentista? la misma pregunta que la del fútbol, sólo que ahora somos mayores y las cosas no se pueden decir por decir. Tenemos que ser sinceros, y no mentir a las futuras generaciones. ¿Me impiden mis ideales políticos trabajar en una empresa Azul? ¿o trabajar en la empresa Roja? Si eres un sublevado te va a dar igual estar en los Azules, Verdes o Amarillos.
La caza de brujas en el tema independentista catalán, no ha hecho más que comenzar. Las empresas empiezan a aligerar sus carteras de trabajadores porque sospechan… Desde mis amigos de viajes, de facultad, de vida… Los hay, y habrá de todo tipo, y siempre les respetaré. El pensamiento es el que hace libres a los seres humanos, es lo que nos diferencia de los animales. CADA UNO PUEDE Y DEBE PENSAR en las claves que quiera, con respeto, y por supuesto en y con LIBERTAD. Que pregunten a los americanos y sus cicateras formas de entender la sociedad. Pesadillas de ‘cazas de brujas’: japoneses en campos de concentración americanos, judíos en campos nazis… Sólo tengo un pensamiento: ‘SER LIBRES’, que yo lo soy, y, tus pensamientos no te pueden llevar a la muerte profesional.
Ramonet, mi Ramón… Greguería de mis sueños. Vuela en LIBERTAD…