La comunicación como garante de la ética en la organización

La comunicación como garante de la ética en la organización
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Antonio López, presidente de honor de honor de la Asociación de Directores de Comunicación, Dircom, decía que su sueño era que “los comunicadores se conviertan en la conciencia de las organizaciones, en los impulsores los planteamientos éticos”. Y es que, según la consultora de comunicación Llorente & Cuenca, al igual que Antonio López, la comunicación debe ser la herramienta organizacional que vele por la ética dentro de la compañía.

Comunicar desde la ética y los valores es uno de los desafíos a los que se enfrenta la comunicación corporativa, sobre todo en tiempos en los que los portavoces de todo origen y condición deforman la realidad en beneficio de sus intereses.

La consultora señala cómo Anne Gregory, profesora de Comunicación Corporativa de la Universidad de Huddersfield (Reino Unido) y ex presidenta de la Global Alliance, apunta que al acrónimo VUCA (volatility, uncertainty, compleixity y ambiguity) se ha unido ahora la D de deceitful (engañoso).Estas siglas vienen a describir el contexto real en el que se mueven las organizaciones, que se enfrentan a crisis casi permanentes, turbulencias que dificultan severamente la consecución de resultados.

En este escenario, la comunicación corporativa requiere por tanto de un propósito claro, y éste no puede ser otro que contribuir a la creación de un entorno sano y seguro en el que las personas que se relacionan con la organización puedan conversar. Un concepto sencillo como la verdad, es al mismo tiempo un elemento poderoso que debe guiar las decisiones y acciones del dircom.

Desde Llorente & Cuenca señalan que la veracidad se gana con hechos. Las emociones forman parte de esos hechos, pero no se pueden disociar de ellos o ser presentadas como tales. Los grupos de interés deben disponer de una formación clara, veraz y útil para forjar su criterio respecto a la organización, sus acciones y sus estrategias. Según indica José Antonio Llorente, fundador y presidente de Llorente & Cuenca, en ‘El octavo sentido’ “con la reputación tocando fondo, el objetivo es ahora recuperar el tesoro perdido de la confianza haciendo uso de dos herramientas imprescindibles: la ética y la transparencia”.

Como se ha señalado anteriormente, el dircom, debido a su proximidad con el CEO de la compañía, tiene la responsabilidad de introducir el criterio ético en el proceso de toma de decisiones. Esta responsabilidad va más allá de la función de cumplimiento normativo y su fin último es crear una cultura de honestidad, transparencia, rendición de cuentas y contribución al bienestar social.

Seguiremos informando…

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