No es un secreto que la edición número 18 de Gran Hermano ha sido una decepción. El propio conductor del formato, Jorge Javier Vázquez, reconocía en uno de sus post la parte de culpabilidad que le corresponde. El presentador entonó el mea culpa asegurando que los malos datos de audiencia de GH son, en parte su responsabilidad: “Sería de idiotas pensar que no tengo nada que ver con los malos datos”, aseguró.
Jorge Javier, también confesó que en cuanto a audiencia, esta ha sido la peor edición de todas las que se han emitido, y no mentía. Los datos cifran en poco más del 14% su cuota media de pantalla y en un millón y medio sus espectadores. Esto ha provocado que se disparen los rumores de que esta ha podido ser la última edición –al menos de momento- de un formato que durante muchos años ha sido el buque insignia de Telecinco y que ha sostenido buena parte de su parrilla y de sus contenidos.
El hecho de que el formato GH se esté agotando también lo corroboran las últimas decisiones de Mediaset. Un ejemplo claro es el hecho de que el grupo de Fuencarral haya cancelado la nueva edición de Gran Hermano VIP que tenía previsto estrenar en las primeras semanas del próximo 2018 y que sería encargado de coger el testigo de GH Revolution.
La edición más difícil de GH
Gran Hermano se ha despedido de una de sus ediciones más difíciles. Las audiencias no han respondido y la prueba más fiable es que la primera gala ha sido el programa más visto de la temporada –con 1,8 millones de fieles- y ha perdido casi medio millón de espectadores si vemos los números de la gala final de ayer (1.484.000 seguidores), que cifran la media de share de esta edición en 14,3%.
Pero además de la falta de audiencia, GH se ha enfrentado a problemas más serios como la expulsión disciplinaria de uno de sus concursantes ante un posible caso de abuso sexual. Todo esto pone en entredicho el futuro de un programa que se ha despedido de forma discreta y sin tener claro qué pasará la próxima temporada.
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