La FAPE vuelve a defender la titulación obligatoria y pega un toque a las asociaciones ‘díscolas’

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El conflicto abierto en el seno de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) viene de lejos. Sin ir más lejos el pasado verano la brecha abierta entre varias asociaciones y la dirección del organismo quedó patente a través de un comunicado firmado por 33 de sus socios donde mostraban su rechazo a algunas de las posturas que defendidas de manera global por la FAPE.

Uno de los principales escollos entre la FAPE y este grupo crítico era la obligatoriedad de la titulación para ejercer la profesión. Algunas asociaciones consideran que pueden existir excepciones a esta norma, como defiende, por ejemplo, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). Tras unos meses más calmados el asunto ha vuelto a ponerse sobre la mesa este fin de semana.

Y ha sido a raíz de la participación de la vicepresidenta segunda de la FAPE, Teresa Pérez Alfageme, en una mesa redonda celebrada en el marco del I Congreso Nacional de Profesiones, organizado por Unión Profesional. Pero el tono de Pérez Alfageme ha sido de lo más conciliador, algo que apunta hacia un acercamiento de posturas y a una defensa más sólida del periodismo y sus profesionales.

En representación de la FAPE la directiva ha explicado que “la titulación para el ejercicio de la profesión, la autorregulación a través del Código Deontológico y, por supuesto, un Periodismo libre, independiente y al servicio de la sociedad, como exige cualquier estado democrático”. Además ha llamado a la conciliación afirmando que “Desde la FAPE, abogamos, en primer lugar, por la unidad de acción entre colegios y asociaciones en defensa de la profesión y del mejor ejercicio del Periodismo. Apoyamos la creación de los colegios y, por tanto, la regulación. Así es que estamos en el marco adecuado en el que nos gustaría participar algún día como una profesión regulada, como las que representan todos ustedes”.

De esta forma puede que la FAPE y el conjunto de sus asociados unan sus fuerzas dejando atrás los conflictos y centren su actividad en la defensa de una profesión muy afectada aún por la crisis económica y por la precariedad que históricamente ha marcado al periodismo. ¿Año nuevo, vida nueva?

Seguiremos Informando…

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