Granados y sus granos

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La declaración de Francisco Granados revelando una supuesta relación sentimental entre Ignacio González y Cristina Cifuentes, ha puesto en solfa el panorama mediático, y ha supuesto un importante varapalo para el que fuera mano derecha de Esperanza Aguirre en el PP de Madrid.

Si lo que Granados pretendía era desviar su responsabilidad en los graves delitos de los que se le acusa, fundamentalmente haberse llevado la pasta de las arcas públicas, su estrategia se le ha vuelto en contra. Ni un solo periodista, comentarista político u opinador de tertulias le ha concedido un calificativo, digamos neutral.

A su nula reputación como político se ha sumado la nula reputación como persona. Que Granados era un canalla sin escrúpulos dispuesto a todo lo decían muchos en la Comunidad de Madrid, en el PP de Madrid, y en los corrillos periodísticos que él alimentaba con intoxicaciones cargadas de estudiada simpatía.

Que utilice la vida privada de los demás para desviar la atención de sus presuntos robos es, como lo han definido, miserable, ruin y de una bajeza moral propia del personaje del ya famoso “volquete de putas”. De eso, de putas, Paco hablaba y mucho en las conversaciones con sus colaboradores cuando diseñaba la estrategia de defensa de la famosa gestapillo que espió a Manuel Cobo, el número dos de Gallardón.

La cortina de humo le ha salido mal a Paco el de Valdemoro, al del millón en el altillo de sus suegros, quizá por un exceso de confianza al pensar en aquellos tiempos en los que los periodistas le reían las gracias a cambio de un jugoso cotilleo. Granados llegó mal a la Comunidad. Me encargué de contarlo a los cuatro vientos, venía de robar de Valdemoro, tenía sus consejerías llenas de bellas jóvenes que no se sabía muy bien qué hacían allí. Paco, según me contaba su sucesor en el Ayuntamiento de Valdemoro, es un putero, y le pica la nariz como a Pinocho y Marjaliza, luego todos pueden contar, cantar, apuntar y decir… Paco y la hermana de Marjaliza, Ana, fueron novietes… Me lo sé todo, lo he vivido todo, desde que Granados iba con jersey de rombos y la cara llena de acné purulento. Lo que empezó siendo un juego de adolescentes, acabó como una trama de ladrones, especuladores sin escrúpulos. Buenos maestros traen, y así les ha salido la jugada. Lo que no entiendo es qué hace en la calle si sigue teniendo el dinero fuera… ¡Aquí no devuelve el dinero ni dios!

No han ahorrado en adjetivos los medios para definirle: mezquino es lo más suave que le han llamado. Pero se olvidan algunos informadores de revisar el sumario y refrescar las relaciones del cabecilla de la Púnica. No seremos nosotros los que alimentemos lo que nos parece vomitivo, que es meter la nariz en la vida privada de los demás, pero cuando estas relaciones se sospecha que han podido ser objeto de regalos como coches, pisos, relojes caros e intercambio de influencias para colocar al ‘entorno’, esto es otra cosa, sobre todo si el dinero para esas prebendas hubiera salido de comisiones de amigos constructores sacadas de las arcas públicas, que es lo que también analizan los investigadores. Todo esto está en los atestados y eso no es cotilleo. Hasta ardieron mini cooper en los garajes de la mujer de Paco, y el coche era de un constructor, todo una desvergüenza, que les debería dejar en la cárcel de por vida, como a los Pujol, y esta gran manada de supuestos, y presuntos ladrones que nos han llevado por la calle de la amargura, y a los que mandan a la calle en el escándalo ITV, Púnica… y por no pasar la revisión del coche a cualquiera de nosotros nos multan.

La forma de acabar con la CORRUPCIÓN es enterrar a los corruptos, si no, todo será más de lo mismo.

A volar con IBERIA…

RETO: ZERO AZÚCAR, ZERO AMPUTACIONES, en cornersalud.com

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