Cuando la tecnología no lo es todo: La clave para evitar enfermedades cardiovasculares

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El mundo de la Cardiología vive un gran momento. Los avances en innovación, el desarrollo de proyectos basados en la tecnología y las soluciones digitales en comunicación crecen a un ritmo frenético. Esta tendencia está permitiendo que la cardiología se adapte a las necesidades del paciente y las prioridades del sistema sanitario. Y lo hace, en parte, animada por la inquietud y la responsabilidad de los profesionales sanitarios. De hecho, pese a que podamos deducir que estos avances suponen un gran reto para el cardiólogo, en la mayoría de los casos ocurre exactamente lo contrario: es el cardiólogo el que plantea retos a la tecnología.

“La cardiología es muy popular entre las distintas especialidades médicas porque ha vivido avances extraordinarios. Esto ha conseguido que aumente la esperanza de vida de los pacientes o que enfermedades cardiológicas que tenían un pronóstico infausto, ahora sean un poco más benignas. El infarto de miocardio, por ejemplo, ha disminuido de forma extraordinaria”, explica el doctor José Luis López-Sendón, Jefe de la Unidad de Cardiología del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

No obstante, este escenario obliga a parar y reflexionar sobre un aspecto clave cuando hablamos de enfermedades cardiovasculares: la prevención. “Falta mirar hacia atrás. En la lucha contra las enfermedades cardiovasculares, ha disminuido la mortalidad. Esto es debido a muchos motivos, entre ellos la tecnología. Pero estamos olvidando que algunas estrategias de prevención en enfermedades cardiovasculares no han dejado de estar vigentes. Todavía no hemos sido muy eficaces a la hora de controlar los factores de riesgo cardiovascular. Y esto es el centro del tratamiento de las enfermedades cardiovasculares”, apunta el doctor López-Sendón.

Tres puntos clave para evitar enfermedades cardiovasculares

La actividad física, la alimentación y la eliminación de hábitos tóxicos como el tabaco son clave en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares. “Definen el estilo de vida de una persona. Si este se corrige hacia algo cardiosaludable no se tendrá hipertensión arterial, no se tendrá hipercolesterolemia, no se tiene diabetes… Los puntos clave son: más ejercicio, dieta más saludable y no fumar”, insiste el doctor en una entrevista en Red3.0. Y subraya: “Si no hubiese factores de riesgo cardiovascular, no habría enfermedades cardiovasculares”.

El problema aparece cuando somos conscientes de que estos son los factores de riesgo, sabemos cómo corregirlos, pero seguimos sin cumplir las recomendaciones sanitarias para evitar tener una enfermedad cardiovascular. ¿Qué falla entonces en esta ecuación? El Jefe de la Unidad de Cardiología del Hospital Universitario La Paz es preciso: educación desde la infancia.

“No es que no tengamos las medicinas o los recursos para corregir los hábitos que son perjudiciales a nivel cardiovascular. Pero la acción del médico es efectiva hasta un punto”. A partir de ese momento, debemos plantearnos un cambio de estrategia que no solo consistirá en innovar en nuevos productos farmacéuticos. “Este cambio de plan debe focalizarse en involucrar a los pacientes, a las autoridades sanitarias, a los gobiernos e incluso a los medios de Comunicación”, señala. Y concluye: “Lo que los cardiólogos hemos hecho hasta ahora, yo lo comparo con la restauración del cuadro del Cristo de Medinaceli. Hemos llegado hasta un punto, lo hemos hecho con la mejor intención, pero falta algo”.

Seguiremos Informando…

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