5 técnicas para implementar WI-Fi con 5G en estadios: Caso Pyeongchang

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Madrid, 20 de febrero de 2018.- El uso de la primera red 5G del mundo en los Juegos Olímpicos de Invierno está generando bastante entusiasmo y es fácil averiguar por qué. Como usuarios, nuestras expectativas de conectividad instantánea y sin fisuras en todos los dispositivos nunca ha sido tan altas. Para estadios y otros lugares públicos, la oportunidad de mantener a los usuarios interesados, ofreciendo repeticiones instantáneas, ofertas de tiempo y localización, y conectividad permanente, no pasan desapercibidos.

Los profesionales de este sector están observando ya cómo la necesidad de estar al día a día con las demandas de conectividad es esencial. El desarrollo de Realidad Virtual, vídeo de 4K y el crecimiento del IoT suponen una explosión en el número de usuarios y en el tráfico de datos. El atractivo de ampliar la capacidad y la cobertura de la red es increíble, no solo para los proveedores de servicios móviles, sino también para cualquier propietario de negocios que desee mantenerse al tanto de estas crecientes demandas tecnológicas.

De hecho, una gran cantidad de locales públicos ya funcionan con Wi-Fi pública para conectar sistemas tecnológicos y visitantes. Entonces, ¿los Juegos de Pyeongchang nos dan un motivo para reconsiderar estos despliegues?

Un viaje hacía el 5G empieza con la convergencia de LTE sobre el ancho de banda con y sin licencia. Sin embargo, la forma en que esta tecnología LTE-U toma el control de un canal es polémica y puede deteriorar el rendimiento de equipos Wi-Fi que utilizan el mismo canal. Los dos no funcionan bien juntos y esto frustra a los operarios. Entonces, ¿cómo se puede hacer?

HPE Aruba ha identificado cinco consideraciones técnicas esenciales para ayudar a los estadios a tomar una decisión informada sobre si considerar el ancho de banda de tecnologías sin licencia junto a Wi-Fi:

1. Disponibilidad de ancho de banda: Muchas redes Wi-Fi de estadios tienen un ancho de banda limitado, lo que significa que solo están logrando gestionar el tráfico ya existente. Los espacios grandes y llenos de gente, como los estadios, necesitan 20-24 canales equivalentes a tiempo completo para hacer funcionar un sistema de 5GHz (independientemente del tipo de tecnología). Estas redes Wi-Fi son optimizadas cuidadosamente para eliminar las transmisiones innecesarias. Añadir más sistemas sin licencia reduce la capacidad disponible para operaciones Wi-Fi en este escenario. Actualmente, no hay mediciones técnicas públicas de los sistemas desplegados, por lo que se no se conoce su impacto real. Si se implementan cuatro redes independientes sin licencia, el impacto negativo en la conectividad Wi-Fi será aún mayor.

2. Numero requerido de redes: Los visitantes de un estadio llevan consigo diferentes dispositivos asociados a distintos operadores. Para ofrecer conectividad celular gigabit y una experiencia uniforme para todos, se debe permitir que se despliegue una red sin licencia. Debido a que esta tecnología es muy nueva, carece de una metodología “anfitrión neutral” por lo que a cada operador se le pedirá su propia red física y ancho de banda separados. Sin una gran inversión, se puede dañar la experiencia del cliente.

3. Compatibilidad: La mayoría de los estadios tienen sistemas de antena separados para cada operador de telefonía principal o un sistema convergente de antena distribuida por “un anfitrión neutral” (DAS). Los gestores de grandes espacios interesados en la tecnología de banda ancha sin licencia deberán comprobar primero la compatibilidad con sus DAS existentes. Para ser compatible, un sistema DAS debe admitir un despliegue expansivo de pequeñas células LTE-U/LAA donde la célula primaria (PCell) es el DAS y cada PCell contiene docenas de células secundarias que proporcionan un servicio 5GHz.

4. Coste, coste, coste: La cantidad de equipos y el coste de una conexión híbrida de Wi-Fi y celular es significativa. Por ejemplo, un estadio con 60.000 asientos y una densidad típica, requeriría alrededor de 850 puntos de acceso Wi-Fi. Los operadores del estadio que adopten la tecnología LTE sin licencia necesitarían más de 3.000 pequeñas células adicionales; cada uno requiere una carcasa resistente al agua, una conexión de alimentación por Ethernet de 30 vatios, cableado Cat-6 y un conducto. Esas implementaciones de células tendrían la misma huella física que el Wi-Fi, que probablemente ya esté instalado. Todo esto, y sin mencionar siquiera el hecho de que muchos dispositivos de hoy en día solo tienen conectividad Wi-Fi, con millones más que les seguirán en el futuro.

5. Riesgo: Es importante considerar el riesgo de añadir múltiples redes móviles sin licencia en tu área Wi-Fi. A los proveedores de Wi-Fi les ha llevado cerca de siete años y tres generaciones completas de diseños de radio para perfeccionar los sistemas de estadios de gran capacidad, pero los proveedores de LTE-U/LAA apenas han comenzado, y mucho menos los que trabajan en 5G.

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