Marcilla, envuelta en una crisis de Comunicación al apoyar al independentismo catalán

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La Comunicación de Marcilla, Saimaza, y otras marcas del grupo Jacobs Dowe Egberts (JDE), tiene que lidiar, desde hace años, con las crisis que han desatado las simpatías que los directivos del grupo han tenido siempre con el independentismo catalán. Sin embargo, las cosas se han salido de madre en los últimos días, cuando un alto directivo de su filial en Francia, Xavier Mitjavila, calificó a España como un “Estado fascista” en su cuenta de Facebook, acompañando sus palabras con el lazo amarillo que recuerda a los políticos independentistas encarcelados.

Debido a esta bravuconada, la marca se enfrentó a múltiples críticas e las redes sociales, lo que obligó a la dirección de Comunicación de Marcilla a lanzar un comunicado donde señalaba que “las opiniones personales son opiniones personales. Creemos que sentarse a tomar un café o un té puede ayudar al entendimiento”. Ahora, la compañía se enfrente ahora a un boicot a sus productos, y será el departamento de Comunicación quien tenga que hacerle frente.

No es la primera vez que la Comunicación del grupo tiene que sacar las castañas del fuego a la compañía en relación al asunto catalán. Ya el pasado año 2017 la empresa presentó a Cataluña como país independiente, caracterizándola con una estelada. Entonces dijeron que se trataba de un error y acabaron rectificando. Sin embargo, a la vista de los acontecimientos son ya demasiados errores encadenados.

Curiosamente, este posicionamiento a favor del independentismo catalán coincide en el tiempo con una sanción que el ministerio de Hacienda puso a JDE por retrasos en los pagos desde el año 2003 al 2010. La compañía se vio obligada a abonar esos pagos después de que el Tribunal Supremo les condenara a hacerlo. Ahora, las salidas de tono de su director general en Francia pueden costarle mucho más si no saben parar esta crisis a tiempo.

Otras compañías que apoyan el independentismo

Una de las empresas que más ha ganado con el procés ha sido la catalana Bon Preu, que ha sabido manejar la situación política y social de Cataluña a su favor, pasando de los 505 millones de euros facturados en 2010 a los 1.076 millones en el último ejercicio. Bon Preu es una compañía que siempre se ha mantenido a favor de la independencia de Cataluña, y ha sabido sortear los boicots porque la inmensa mayoría de su actividad se desarrolla dentro de la Comunidad Autónoma. Joan Font, presidente del grupo fue el único empresario que se adhirió al Consejo Asesor para la Transición Nacional que la Generalitat creó en el año 2013, encargado de asesorar a la institución durante el proceso de secesión.

Seguiremos informando…

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