España se prepara para una nueva generación de sistema de visión artificial

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El cambio y la mejora del mundo pasan por la tecnología, y el mundo de la salud no es ajeno a ella. En España se acaba de lanzar una segunda generación de sistema artificial de visión para personas con ceguera, visión reducida o dificultades para la lectura a través del reconocimiento de imagen y la capacidad auditiva del usuario.

OrCam Technologies, fundada en 2010, comenzó su incursión en España el pasado año con una primera versión de OrCam MyEye, un dispositivo que se acopla a cualquier tipo de gafas, capta lo que el usuario tiene a su alrededor y se lo comunica media voz. De esta manera, personas con problemas oculares pueden vivir su día a día de manera más fácil, superando barreras. También pueden desempeñar mejor sus actividades personas con fatiga visual o dislexia.

Desde el reconocimiento de caras hasta la lectura, pasando por el análisis de códigos de barra y la identificación de productos, este revolucionario sistema permite que muchas personas se puedan desempeñar con normalidad en tareas que de otra manera no podrían desarrollar. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) 253 millones de personas son ciegas o tienen problemas de vista y los organismos de salud prevén que para 2050 se duplique el número de personas con discapacidad visual o ceguera.

En este contexto, “la misión de OrCam es ayudar a la gente a ser independiente”, señala Rotem Geslevich, responsable de OrCam para España, Portugal e Italia, que acaba de presentar la nueva generación del dispositivo en nuestro país: OrCam MyEye 2.0. Si antes el gadget contaba con tres botones para encender, activar y regular el volumen, así como con una batería y un procesador de considerables dimensiones, el renovado dispositivo es más ligero y compacto y cuenta con mayor precisión: su pantalla que recoge imágenes para traducirlas a sonido ha pasado de 8 a 30 megapíxeles, se han instalado dos flashes ante las peticiones de los usuarios para poder ver con nitidez durante la noche objetos como la señalización urbana y se ha incluido el reconocimiento de colores.

También se ha mejorado la usabilidad sustituyendo los botones por una cobertura táctil. De esta manera se puede modificar el volumen de manera discreta y ágil, así como, además de mediante gestos, si se prefiere, realizar pausas en las lecturas. Otra de las innovaciones que los tecnólogos han dado lugar ha sido una detección automática de un segundo idioma.

Por último, la nueva versión incluye conexión wi-fi, hecho que facilita las actualizaciones del dispositivo, de manera que cada vez que exista un desarrollo en el sistema los proveedores no necesiten asegurarse de que las personas con problemas de visión deban cambiar una tarjeta dentro del device. También permite conexión bluetooth para conectar la herramienta a otros dispositivos de manera inalámbrica.

Esta tecnología, que puede sonar a ciencia ficción pero es tan real como los obstáculos que día a día encuentran muchas personas, tiene funcionalidades tan automáticas en nuestra anatomía pero que suponen un gran avance para determinados pacientes, como la memoria visual (permite almacenar hasta 100 caras de interlocutores y editarlas en caso necesario) y la consulta de reloj.

Geslevich explica que el wearable está especialmente dirigido a B2B, pero no sólo dentro del mundo de la medicina: se distribuye a ópticos, clínicas e incluso cualquier comercio que pudiese funcionar para facilitar la vida de las personas, con el foco en el usuario final. Y es que el dispositivo destaca por ser customer centric: nace de una necesidad, se adapta conforme a tests de mercado y demandas de los usuarios y el kit con el que se entrega incluye artículos como gafas y tijeras para facilitar su uso.

Esta revolución biotecnológica debe sortear algunas barreras. Cada mercado avanza a su velocidad y España debe adaptarse al progreso tecnológico. Mientras Israel, país de origen de la compañía, “está muy implicada en todo lo referente tecnología hay países a los que les cuesta más abrazar a la tecnología”, cuenta Rotem Geslevich. La representante apunta: “España es un mercado pequeño y en los ocho meses que llevamos aquí hemos visto que no tenemos otros competidores y que es necesario educar en el uso de estas tecnologías, pero estoy segura de que en un año estaremos en otro nivel”. Su pronóstico optimista se basa en la experiencia de mercados previos como el alemán, donde también realizaron una labor de concienciación.

De cara al futuro, además de la tarea de educación, la compañía dará a luz en “dos o tres meses una app para mobile” que se sincronice con el dispositivo y para finales de 2018 lanzará otros productos que van más allá del área de salud.

Para Rotem Geslevich el progreso en materia de salud viene definido por la tecnología. En OrCam MyEye 2.0 “el centro es la visión artificial” y se trata de “la misma tecnología que usamos en otra industria completamente distinta” (los fundadores de OrCam Techonologies previamente utilizaron el procesamiento de imágenes en otras aplicaciones, como la conducción segura). La directiva concluye: “la tecnología no va de una industria específica y su poder se basa en la solución de un problema”.

Seguiremos Informando…

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