El falso feminismo de Lomana

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Homo homini lupus, escribió Hobbes. Que el hombre, en román paladino, es un lobo para el hombre. Pero, ¿qué pasa cuando ese lobo es una mujer y es nefasto para otras mujeres? Una reflexión que viene a la cabeza cuando se ve a determinados personajes que hacen gala, ahora, de presunto feminismo y cuyo paso fue devastador para quienes trabajaron con ellos.

Es solo una reflexión tras haber observado el desarrollo de la entrevista de Risto Mejide a Gloria Lomana en su sofá de Cuatro. Un encuentro del que pueden extraerse varias conclusiones: una, que algunos personajes tienen tragaderas infinitas a la hora de buscarse un puesto al Sol que más calienta; dos, que esa capacidad va acompañada de un cinismo sin límites; y tres, que ir a un sitio para quedar peor debería estar prohibido por el BOE para algunos.

Esa entrevista, de vergüenza ajena, no sólo estuvo llena de medias verdades y de omisiones flagrantes. ¿Qué es eso, Gloria Lomana, de haber convertido los Informativos de Antena 3 en los más vistos, “un hito en Europa”? ¿Fue un hito que en julio de 2016 tus Informativos, con más presupuesto y más personal que los de laSexta, estuvieran en el tercer puesto por detrás de TVE y Telecinco? ¿Puedes poner la mano en el fuego y no quemarte de haber trabajado “con lealtad para tu empresa”? ¿Juras y perjuras que no hubo confrontación, tuya o por vía intermedia, contra quienes considerabas que te hacían sombra dentro y fuera de Atresmedia?

No entraremos en otras cuestiones tan psicodélicas como esa imagen vendida ahora de Murphy Brown a la española. ¿Acaso no recuerdas cuando te echaron de TVE a raíz de confundir reporterismo con opinión poniendo a caldo al socialista Joaquín Almunia y ensalzando al Caudillo Aznar, aquel que, oh casualidad, dijo aquello de “Ernesto [Sáenz de Buruaga] nunca me ha fallado”? El mismo Buruaga, por cierto, que te recogió en la redacción de Antena 3 Noticias. Por algo sería…

Dejemos a un lado, también, que esa empresa a la que ahora pelotilleas y con la que tragas con una entrevista agresiva como la del domingo (probablemente, como peaje por tu refugio en “El programa de Ana Rosa”) fue la primera, allá por 2008 o 2009, en airear tu romance con el exministro de Aznar Josep Piqué. Fueron los muchachos de tu ahora amigo Paolo Vasile los que difundieron tu relación con él a los cuatro vientos. Aunque ahora te venga mejor no recordarlo.

Pero entremos en materia. Que durante trece años dirigieras los Informativos de Antena 3 y ocupases ese cargo siendo mujer no te concede, por más que tú lo quieras, acreditación de feminista. En esa redacción en la que corrió el champán aquél 7 de julio de 2016, ¡San Fermín!, todavía recuerdan tus andanzas. Entre ellas, esa obsesión por el vestuario y la peluquería de las presentadoras. La memoria conserva aquellas llamadas tan habituales al finalizar un informativo para criticar a una presentadora porque no había estado fina con la ropa: que si les hacía gordas, que si no les favorecía el color… Dicen por esa redacción que en algunas ocasiones no te atrevías a ir de frente y preferías enviar a los editores como recaderos para quejarse por el vestido o el peinado. Pero no eran las únicas que sufrían esas preocupaciones. Estilistas, maquilladoras y peluqueras también conocieron esas quejas. ¿Puedes negar que la obsesión por tus criterios estéticos no se zanjó con el descarte de algunas redactoras a la hora de hacer entradillas? ¿Por qué muchas redactoras veteranas dejaron de aparecer en los últimos años de tu dirección?

Tu capacidad de promocionar a puestos de responsabilidad a mujeres también fue puesta en duda en no pocas ocasiones. Algunas de tus promociones, más que eso, fueron destrucciones. Voladuras de carreras profesionales. Hablemos de esa redactora que llegó a ser gerente de un Área, a la que tuviste unos meses en el puesto para después degradarla, arrinconarla como redactora de a pie y finalmente despedirla. O de esa otra designada como delegada en una Comunidad Autónoma tan sólo unos meses para luego hacerla regresar a Madrid y rematar todo con un despido. Hubo quien, joven y con una prometedora carrera a la vista, recibió un ascenso envenenado para ser sometida a una presión enorme y acabar pidiendo la cuenta. Incluso quien se llevó una bronca por salir demasiada guapa en una revista. Otra presentadora tenía que sufrir la supervisión de sus estilismos. Tan sólo tu correa de transmisión, la que va de Valdebebas al Pirulí, te aguantó porque tenía muy claro cuál era su trabajo.

Por Atresmedia todavía recuerdan tus llegadas diarias al edificio, cuando las secretarias tenían que bajar a los torniquetes para recogerte el abrigo y el bolso. O el arrinconamiento de excelentes profesionales que en un momento dado dijeron “no” a tus extravagancias pese a contar con el reconocimiento de sus compañeros. La lista de ejemplos es larga y daría para unos “Contrajuegos de poder”. De momento, nos los reservamos. Al fin y al cabo, que lo más destacado de una gestión de trece años sea, externamente, un discutido video sobre Podemos, la CUP, ETA y Venezuela, e internamente, otro video haciendo el canelo sobre una cinta de correr, ya es bastante si se tiene algo de dignidad.

Por cierto, ¿qué opinarán Juan Pedro Valentín y Pedro Piqueras, que te conocen bien, de tu presencia por los pasillos de la cadena de Fuencarral?

¡No te enfades! Te regalo el mar. Enséñame a volar.

A volar con IBERIA

Acepta el RETO: ZERO AZÚCAR-ZERO AMPUTACIONES. SWA.es

pedro aparicio pérez
editor de prnoticias.com
PeriodistO

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