Pedro Sánchez ha ordenado a su equipo de Comunicación que deje de publicar las polémicas fotografías en las que se mostraba a un presidente íntimo y cercano, o eso pretendían sus asesores. En una clara alusión a la estrategia de los presidentes americanos, el equipo del presidente del Gobierno ha publicitado en los últimos días imágenes de Pedro Sánchez trabajando dentro del avión presidencial, jugando con su perra Turca o lo que más comentarios ha generado: sus propias manos.
.@sanchezcastejon evalúa sus recientes encuentros con líderes europeos tras visitar esta mañana a #AngelaMerkel en Berlín. Las manos del Presidente marcan la determinación del Gobierno. Mañana comparece ante el @Congreso_Es pic.twitter.com/QZqtwQa3rT
— La Moncloa (@desdelamoncloa) 26 de junio de 2018
Las instantáneas fueron publicadas en el perfil de Twitter de La Moncloa, acompañadas de comentarios que señalaban que sus manos eran símbolo de “audacia, fuerza y determinación”. Ahora, según ha adelantado El Mundo, el mismo Pedro Sánchez ha dado orden de terminar con la campaña de marketing a la americana, que ha generado las burlas no solo de los usuarios de las redes sociales, sino de sus propios colegas en el Congreso de los Diputados, resultando más perjudicial para su imagen que beneficiosa.
Aunque en el Partido Socialista no conocen la autoría de las fotografías, está claro que si se han publicado en los perfiles oficiales de Moncloa es porque han tenido el visto bueno de los cargos de confianza del presidente, y todas las miradas se han vuelto hacia su jefe de Gabinete, Iván Redondo, de quien se sospecha es el cerebro de la campaña; y hacia su Secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver. Preguntado en el Congreso por los periodistas acerca de estas fotografías Sánchez ha preferido correr “un tupido velo”.
No parece que simular a los presidentes estadounidense le salga bien todavía a los presidentes de España. Los intentos por parecerse a Obama o Kennedy han generado comentarios por ser ridículos. Desde la oposición señalan que este gesto de propaganda responde a la falta de programa por parte del presidente. ¿Será la última vez que veamos a Pedro Sánchez jugando con su perra?
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