Las vacaciones llegan a su fin y son muchos hombres y mujeres a los que les cuesta volver de las vacaciones a su normal vida diaria. Y es que afrontar de nuevo las obligaciones y la presión no resulta fácil. Incluso hay personas que lo sufren con dramática intensidad, y aquí estamos hablando del conocido como “síndrome postvacacional” que causa ansiedad, tristeza, y estrés al volver al trabajo después de un periodo de descanso. Lo cierto es que se trata de una etapa de adaptación en la cual se llegan incluso a producir en casos extremos bajas laborales.
Según explica la doctora Marisa Navarro, psicoterapeuta y autora de los libros La medicina emocional y El efecto tarta, el problema está en considerar el trabajo como una carga y no como algo creativo que nos enriquece. “Recordémonos que primero es el pensamiento y después el sentimiento, de modo que si estoy pensando tan negativamente sobre la vuelta al trabajo, esto va a producir sentimientos y emociones muy negativas, que harán que me encuentre muy mal” advierte.
Estos pensamientos pueden incluso, en algunos casos extremos, producir verdaderos casos de estrés agudo, con síntomas como ansiedad, depresión, angustia, bajo rendimiento, cam-bios de humor, temblores, sudoración, y aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, pudiendo desencadenar en crisis de pánico. Por suerte estos intensos y excesivos casos son los menos y la mayor parte de las personas regresan con resignado buen ánimo a su vida laboral.
En los casos en los que la vuelta al trabajo produce los desagradables síntomas descritos , la doctora explica que son muy pocos las personas que necesitan tratamiento médico o psicoterapéutico, y que el estrés postvacacional suele pasarse por sí solo, en un tiempo relativamente corto.
Pero, ¿qué tenemos que hacer para que nuestra vuelta al trabajo sea lo más leve posible? La doctora Marisa Navarro, nos ofrece las siguientes claves:
- Cortar las películas negativas sobre el regreso a la vida laboral o el trabajo en sí.
- Crear pensamientos agradables sobre ello y poner tu atención en lo positivo que tiene el reencuentro con nuestra vida habitual, que seguro que lo tiene.
- Si te lo puedes permitir, no hagas un regreso brusco, trata de volver uno o dos días antes a casa, para ir preparando la vuelta al trabajo, al orden y a la organización habitual de tu hogar.
- Crear objetivos que nos motiven y hacer que nuestro trabajo sea creativo e intentar la excelencia en él, que no es otra cosa, que hacer nuestro trabajo lo mejor posible cada día, teniendo en cuenta nuestras circunstancias internas y externas.
- Trata de buscar proyectos e ilusiones para el nuevo curso, fuera del área laboral, como comenzar alguna actividad nueva que siempre nos ha gustado, o fomentar alguna afición.
- No dejes solo para las vacaciones todo aquello que resulta gratificante o los pequeños placeres. Busca siempre un tiempo para ti, para lo que te gusta hacer y te hace feliz.
- No te olvides el practicar algo de deporte, no hay nada que pueda ayudarte más.
- No caigas en la rutina y procura ser creativo en tu trabajo.
- Ilusiónate por el nuevo curso, piensa que tienes todo un año por delante para hacer muchas cosas bonitas.
- Pensar y organizar esa próxima escapada también te hará que todo sea mucho más fácil.
Por último la doctora explica que después de las vacaciones, lo más importante es tratar de estar alegre y ser positivo. Hacer todo lo posible por disfrutar del trabajo y así de tu vida, procurando en lo posible estar feliz.
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