Las empresas americanas demandan más inversión en I+D+i y una apuesta firme por los perfiles tecnológicos en España

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El American Business Council (ABC) ha celebrado hoy, en el campus de Alcobendas de la Universidad Europea, su Cumbre Anual 2018 bajo el título “España después de la crisis”, en la que además se ha conmemorado el 30 aniversario desde su fundación.

El encargado de abrir el acto ha sido el presidente del American Business Council, Miguel Carmelo, quien ha recordado que “las empresas estadounidenses representan el 7% del PIB español y contribuyen a generar riqueza y más de 300.000 puestos de trabajo”, según datos de la Cámara de Comercio, una inversión que a su juicio “ha sido determinante para el país”. Para Carmelo, aunque el impacto de la recesión ha sido “muy alto” en España, “el país ha sabido recuperarse hasta situarse de nuevo como una de las economías más fuerte y con mayor potencia” gracias fundamentalmente a “la revolución tecnológica” en la cuarta revolución industrial. Por ello, el principal reto económico que tiene España tras la crisis está en “crear una fuerza laboral del futuro en la que la inteligencia artificial no acabe con los puestos de trabajo. Por ello, ha destacado el valor que tendrá “la educación y la formación continua”.

A continuación, ha intervenido Richard Duke Bucham III, embajador de Estados Unidos, quien ha destacado las “buenas relaciones comerciales” entre ambos países y ha anunciado do que “las empresas americanas han invertido en España 55.000 millones de dólares” y que “el comercio bilateral alcanza ya los 26.000 millones”.

Posteriormente el catedrático de la Universidad Europea, José María Peredo, ha presentado un informe titulado “España después de la crisis” en el que han participado otros docentes para elaborar una guía que sirviera de reflexión en la cumbre. ”El propósito del trabajo no es otro que el de contribuir a mejorar las condiciones económicas de nuestro país y contribuir al progreso de nuestra sociedad”, ha afirmado el coordinador del proyecto quien ha asegurado que de forma interdisciplinar se ha reflexionado sobre los principales desafíos a los que se enfrenta el país. 

España vislumbra una cierta desaceleración tras el verano

El periodista Pelayo Bezanilla, de Cocacola, ha sido el encargado de moderar la mesa redonda “España después de la crisis”, que ha contado con la participación de Juan Pedro Moreno, presidente de Accenture; Juan Orti, presidente de AMEX; Jon Bilbao, director general de Dow Chemical; Helena Herrero, presidenta y directora general de HP Inc. Iberia; y Marta Martínez Alonso, presidenta de IBM.

Todos los ponentes de esta mesa redonda se han mostrado de acuerdo en que España ha salido de la crisis, pero han considerado que aún no ha logrado superar algunos de sus efectos negativos, como el empleo. También han coincidido en que tras el verano se vislumbra cierta desaceleración de la economía, aunque confían en que si llegase otra crisis sería más suave. Entre los retos que han destacado para que así sea es clave que haya más perfiles tecnológicos, más ayudas a la inversión en I+D+i y mayor conexión y colaboración entre las grandes empresas, las medianas y las pequeñas.

También han resaltado la importancia de que la “digitalización” no solo se produzca mediante la tecnología de las empresas si no en toda la sociedad. Consideran que la nueva economía exige diferenciación de productos y talento creativo, los que supone un reto que “tiene que ver con la educación y el fomento a la investigación e innovación por parte de los poderes públicos”.

Los directivos han concluido que España debe estar preparada para la cuarta revolución industrial por lo que debe avanzar en la educación y en la formación continua, poner fin a las tensiones territoriales, adaptar la regulación a los nuevos tiempos y aumentar las inversiones en nuevas tecnologías e investigación.  El reto será, “atraer talento externo aquí”.

Adaptarse a los cambios lo más rápidamente posible

Los “Retos de la economía española después de la crisis” ha sido el tema principal de la segunda mesa redonda, que ha estado moderada por el periodista Antonio San José y en la que han participado Cristina Garmendia, exministra y presidenta de la Fundación COTEC; Josep Piqué, exministro y Miguel Carmelo, presidente del ABC.

Los ponentes han coincidido en que es difícil acertar a la hora de hacer predicciones para los próximos años ya que en el pasado ya nos equivocamos en temas como el ‘brexit’, los populismos o la economía colaborativa. Entre los grandes retos que han señalado los ponentes está el cómo adaptarse a los cambios de la mejor manera posible, lo más rápidamente posible y pedirlo al sistema público, al sistema educativo y a los políticos. “Quien no se adapte quedará al margen y eso es peligroso”, han advertido.

El empleo juvenil y la educación y la formación continua son algunos de los grandes problemas que existen en la actualidad y que más les preocupan. Y para mejorar estos aspectos consideran que es fundamental una transformación global, máxime cuando en España la población está cada vez más envejecida que, sumado al descenso de la natalidad, hace que el futuro sea incierto y se acreciente la brecha social, por lo que habría que hacer políticas para solventarlo.

“Hay que cambiar la forma de pensar y los políticos no deberían pensar a corto plazo”, sostienen los ponentes. En definitiva, se debe reflexionar sobre el futuro de las pensiones, cambiar el sistema educativo, fomentar la inversión en I+D+i que ha bajado un 50% en cinco años, e invertir en formación continua en las empresas.

La encargada de cerrar el acto en el que se celebraba el 30 aniversario dela creación del American Business Council ha sido la presidenta del Congreso de los Diputados Ana Pastor, quien ha destacado que en la actualidad “nuestro país necesita tener credibilidad” y se ha marcado como propósito, “fomentar el marco institucional para que seamos predecibles y que haya un marco jurídico solido a través de a Cámara”. En su opinión, hay que “apostar por la innovaron la revolución tecnológica para que los jóvenes tengan una formación adaptada al mercado laboral” por lo que ha reclamado “cambiar los programas de las universidades”, ya que considera que “la formación de grado necesita una adaptación”.

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