La Champions League ha regresado repleta de novedades. A la supresión del horario único, hay que sumarle que, por primera vez en su historia, todos los partidos de la máxima competición continental se retransmiten a través de la televisión de pago. De esta manera, el encuentro en abierto ha quedado eliminado y Movistar+ es la encargada de ofrecer todos los enfrentamientos del torneo.
Esta circunstancia ha llevado a que los partidos de la Champions hayan dejado de ser un evento televisivo para convertirse en una retransmisión deportiva más. De los cuatro equipos españoles que disputan el torneo, el Real Madrid fue el que más audiencia congregó en su debut. El encuentro entre la escuadra madridista y la Roma, dos clubes que el año pasado quedaron entre los cuatro mejores de Europa, se saldó con un 5,8% de share y 902.000 espectadores.
Esta cifra se aleja bastante de los números obtenidos por el Real Madrid en la fase de grupos de la pasada temporada. Su enfrentamiento contra el Tottenham, un rival de una entidad parecida a la de la Roma, logró un 35% de cuota y 6.601.000 televidentes en Antena 3. Otro ejemplo más de este descenso es la comparación entre el dato logrado por el Real Madrid-Roma y el obtenido por el Real Madrid-APOEL, encuentro de la fase de grupo de la anterior edición que también se emitió en el pago (beIN). Pese a contar con un rival sensiblemente inferior, el choque obtuvo 1.072.000 espectadores y un 7,4% de share.
Por su parte, el estreno del FC Barcelona en el torneo atrapó a 561.000 seguidores, lo que se tradujo en un 5,9% de share. Pese al horario (18:55 horas), el partido no brilló de manera particular y se quedó por detrás de la gran mayoría de ofertas vespertinas en abierto. El Atlético de Madrid y el Valencia tampoco corrieron mejor suerte en su debut, teniendo que conformarse con 472.000 espectadores y un 3% y 207.000 televidentes y un 1,3%, respectivamente.
Malos datos pese a ser partidos con rivales de altura
En definitiva, estos datos chocan con los números logrados durante la temporada pasada, cuando la mayoría de partidos rondaban los 4-5 millones de televidentes en abierto y los encuentros de pago con algún equipo español implicado solían rebasar el millón de espectadores. De hecho, los seis encuentros de la fase de grupos emitidos en abierto durante la pasada temporada promediaron un 27,6% de cuota y 4.873.000 espectadores, una cifra muy alejada a lo que se espera durante este curso. Pese a contar con buenos partidos (Real Madrid-Roma, Mónaco-Atlético de Madrid, Valencia-Juventus), la primera jornada con este nuevo modelo de retransmisión íntegramente en pago ha resultado una decepción a nivel de audiencias.
Aunque Movistar+ posee cuatro millones de abonados (que, según los responsables de la plataforma, se traducen en 10-12 millones de espectadores), los primeros encuentros de la Champions League han pasado desapercibidos para el público, algo que los anunciantes pueden llegar a acusar si la situación se repite a lo largo del año. Habrá que esperar a ver cómo evoluciona la audiencia durante los próximos partidos y si el paso de las fases devuelve el brillo de uno de los eventos televisivos más importantes a nivel mundial.
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