Telecinco ha comenzado la temporada en plena forma. La cadena de Fuencarral ha conseguido recuperar el liderato en septiembre gracias al gran funcionamiento de formatos como GH VIP o Sálvame. Pero, dentro de esta cascada de buenas noticias, hay un aspecto que ha pasado desapercibido: la consolidación de Ya es mediodía.
Tras el abrupto cierre de Las mañanas de Cuatro, Mediaset se dio cuenta de la necesidad de programar una tertulia política con la que intentar frenar a Al rojo vivo y escogió a Sonsoles Ónega, una de las periodistas más populares de Informativos Telecinco por su labor informando desde el Congreso de los Diputados, para conducir este debate.
El espacio debutó el pasado viernes 15 de junio con un 8% de cuota de pantalla y 707.000 espectadores. Los datos no mejoraron con el paso de los días, llegando a hundirse hasta un 6,2% de share y 595.000 televidentes en su entrega del 25 de junio. El pesimismo se apoderó la cadena, que veían como los datos de Ya es mediodía se comenzaban a parecer peligrosamente a los obtenidos por Cámbiame y Pasapalabra en familia.
La crónica rosa y GH VIP, salvadores de Ya es mediodía
Pero una decisión de Telecinco cambió la suerte del programa. En vista de que era imposible recortarle audiencia a Al rojo vivo apostando por la información política, Mediaset optó por un cambio radical en los contenidos de la tertulia, introduciendo a colaboradores como Alba Carillo o Isabel Rábago para comentar la crónica social, con especial atención a todo lo que sucede en GH VIP.
Este giro, muy criticado desde algunos sectores, fue un éxito desde el primer minuto. De la noche a la mañana, Ya es mediodía comenzó a rebasar con facilidad la barrera del 10% de share, imponiéndose a la oferta de La 1 (Torres en la cocina y Corazón). A todo esto, hay que sumar que el análisis de GH VIP, el formato más exitoso de la actualidad, se ha convertido en el impulso final que ha hecho que la tertulia haya alcanzado cotas impensables hace dos meses. Este proceso se culminó ayer, miércoles 3 de octubre, cuando el espacio firmó un 12,4% de share y 1.055.000 espectadores, alcanzando su máximo histórico de audiencia.
Es obvio que la información del corazón funciona en Telecinco, que ha creado un sistema de retroalimentación entre los diferentes programas de la cadena que consigue que los espacios se nutran del contenido que genera el propio canal. Este punto ha quedado confirmado con la nueva etapa de Ya es mediodía, cuyo viraje a la crónica social ha atrapado al público tradicional del canal, levantando los discretos datos que venía cosechando.
Por este motivo, es incomprensible que Mediaset haya doblado la emisión de Cazamariposas en Divinity en vez de apostar por este formato (gamberro, desprejuiciado y que encaja con la filosofía de Telecinco) en la franja que actualmente ocupa Ya es mediodía. A su vez, la tertulia sería el sustituto ideal de Las mañanas de Cuatro y permitiría a Sonsoles Ónega sentirse más cómoda en el programa, ya que su desconcierto cuando llega la hora de tratar temas del corazón es total. En definitiva, este movimiento permitiría a la compañía emitir productos complementarios en sus dos principales cadenas, reforzando la diferenciación entre ambas y la imagen de marca de cada una.
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