La temporada 2018-2019 no ha empezado especialmente bien para Cuatro. La cadena de Mediaset ha visto cómo sus datos de audiencia han caído en picado, logrando en septiembre su peor registro en los últimos 12 años. De las apuestas que el canal había preparado para los primeros compases del curso, solo Volando voy y (en menor medida) El concurso del año ha conseguido cumplir con los objetivos.
Bienvenidos a mi hotel era una de las bazas con las que Mediaset pretendía impulsar los datos de Cuatro. El formato, al que pone voz María Gómez, es muy semejante a Ven a cenar conmigo: el programa sigue a cuatro parejas de propietarios de hoteles rurales que se alojan en los establecimientos de los otros para después decidir cuál es el mejor hotel.
La compañía lanzó el espacio en la sobremesa para intentar revitalizar las tardes de Cuatro, una de las franjas más débiles del canal. En sus dos primeras semanas de emisión, no terminó de despegar y mantuvo los discretos datos que venían anotando las reposiciones de Hawaii 5.0. Las diez primeras entregas de Bienvenidos a mi hotel promediaron un 3,2% de cuota y 366.000 espectadores, por lo que Mediaset decidió darle una segunda oportunidad al programa y reubicarlo en el access, aprovechando además para darle descanso a Ven a cenar conmigo.
Pero este nuevo movimiento tampoco ha servido para impulsar al formato. El lunes 1 de octubre fue el día elegido para relanzar Bienvenidos a mi hotel y el espacio respondió a su nuevo horario con un tímido 4,1% de share y 562.000 televidentes. Un día después, el programa vivió un ligero descenso (4% de cuota y 529.000 seguidores), que se acrecentó durante el miércoles 3 y el jueves 4 (3,8% de share y 488.000 espectadores y 3,5% de cuota y 449.000 fieles, respectivamente).
Los números mejoraron levemente el viernes 5, fecha en la que Bienvenidos a mi hotel anotó un 4% de cuota de pantalla y 449.000 televidentes. El inicio de la nueva semana tampoco no deparó grandes alegrías al formato, ya que se tuvo que conformar con un 4% de share y 563.000 espectadores.
Observando los datos de manera global, el cambio horario no ha conseguido que el programa remonte, ya que continúa siendo la última opción. Más allá de este hecho, el problema reside en que el espacio ha empeorado los registros de Ven a cenar conmigo: las seis primeras entregas de Bienvenidos a mi hotel han promediado un 3,9% de cuota y 506.000 espectadores, mientras que Ven a cenar conmigo consiguió un 4,7% de share y 568.000 seguidores de media en septiembre.
Además, uno de los hándicaps con los que cuenta Bienvenidos a mi hotel es que su audiencia sitúa por debajo de la media diaria de Cuatro, algo que le podría complicar su supervivencia en parrilla si mantiene estos números. En definitiva, el programa debe experimentar una evolución palpable durante los próximos días si no quiere ver peligrar su continuidad.
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