OT 2018 se enfrenta este miércoles a su gala más decisiva en lo que va de edición. Tras una semana convulsa, el talent show debe dar un golpe sobre la mesa y recuperar esa “emoción” encima del escenario que Noemí Galera, directora de la Academia, reclamaba a los concursantes.
Pero, sobre todo, la cuarta gala tiene que ser un punto de inflexión a nivel de audiencia. Las cifras logradas por la presente edición han hecho pensar a muchos que el formato estaba sufriendo un desgaste evidente pero, pese a esta creencia generalizada, los números obtenidos por OT 2017 (16,5% de share y 2.102.000 espectadores) en sus cuatro primeras entregas están por debajo a los registros obtenidos por OT 2018 (17,4% de cuota y 2.081.000 televidentes).
Pero estos datos positivos no pueden esconder la realidad: el programa necesita comenzar a crear tramas y actuaciones que enganchen de forma súbita al público. La cuarta gala de OT 2017 supuso el despegue del formato hasta tal punto que, desde entonces, el show nunca bajó de la barrera de los dos millones de espectadores. Esto se debió a que, tras un mes de convivencia, las tramas comienzan a tomar forma y la audiencia comienza a encariñarse con los concursantes, siguiendo su desarrollo minuto a minuto.
Por tanto, la entrega de este miércoles debe suponer un hito en OT 2018 que deje atrás los problemas de sonido y las actuaciones insípidas. Para ello, la dirección del espacio ha ideado un repertorio variado y con posibilidades, apretándoles las tuercas a los participantes recordándoles que, ante todo, OT es espectáculo, algo que parecían haber olvidado. Además, el programa se ha visto beneficiado por un elemento que, ya sea buscado o inesperado, ha potenciado el interés del público (especialmente de aquellos que no siguen el programa habitualmente): las diversas polémicas que se han sucedido durante la última semana.
Mecano y la Falange, los dos puntos calientes de la semana
Todo comenzó cuando Noemí Galero desveló que Miki y María cantarían Quédate en Madrid, de Mecano. Esta decisión, posiblemente tomada para alimentar el morbo de ver a dos concursantes interpretar una canción de Mecano frente a Ana Torroja, dio un vuelco inesperado tras el debate abierto por María en torno a la letra del tema.
La madrileña pidió cambiar la palabra “mariconez” por “estupidez”, ya que no se sentía cómoda al utilizar esa expresión. Pese a realizar la petición de una manera educada, un controvertido debate estalló en las redes sociales y Torroja, junto al también juez del programa Joe Pérez-Orive, se posicionaron en contra de esta alteración. Finalmente, José María Cano, autor de la letra, rechazó el cambio, por lo que María y Miki deberán incluir la palabra “mariconez”.
Mientras que dentro de la Academia este debate se ha desarrollado de una manera tranquila y adulta, los espectadores comenzaron una guerra a través de Twitter donde las acusaciones de “homofobia” y “censura” se intercambiaban de forma constante. La propia Torroja fue muy tajante con respecto a este tema, apuntando a que no se debería confundir “insulto homófobo con expresión coloquial”. “Pido libertad y no censura”, señaló la intérprete.
En definitiva, la sociedad se ha dividido entre los que opinan que el lenguaje debe evolucionar con el paso de los años, indicando que María no tiene por qué decir esa palabra si no se siente cómoda con ella, y los que creen que las obras artísticas corresponden a su tiempo y que sirven para mostrar la realidad de esos años, por lo que no debería modificarse la letra de la canción.
Por si fuera poco, la Falange entró en escena para reprochar a RTVE una expresión utilizada por Dave, otro concursante del programa. El gaditano aseguró que él solía utilizar la frase “me cago en la Falange”, a lo que Noemí Galera, entre risas, le respondió que ella también. Esto no sentó muy bien en las filas del partido, que exigió una disculpa a la Corporación por estas palabras.
Ante este panorama, RTVE decidió disculparse ante la Falange a través de un mail. Ángel Nodal, defensor de la audiencia del organismo, y Toñi Prieto, directora de entretenimiento del ente, respondieron al partido asegurando que “lamentaban muchísimo el comentario tan desafortunado del alumno y mucho más el que hizo la directora”. Además, el texto remarca que la Corporación tomaría “las medidas oportunas para que este tipo de acciones no se vuelvan a producir”.
Por lo tanto, el morbo está servido. La curiosidad por ver si Roberto Leal o Noemí Galera se refirieren a la polémica con la Falange, la espectación ante la valoración de Ana Torroja a la actuación de Miki y María y un repertorio que potencia algunas de las tramas más comentadas de esta edición (la relación entre Alba y Natalia) puede suponer el impulso que necesitaba OT para reverdecer los laureles… o la confirmación de que esta edición no pasará a la historia.
Seguiremos Informando…