Los líderes de los principales partidos del panorama político español han coincidido hoy miércoles en la capital de Bélgica para hablar del mismo tema, aunque probablemente en distintos ámbitos y términos.
El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acudido a la Comisión Europea para explicar a su presidente, Jean Claude Juncker, y al Presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, los presupuestos acordados y firmados la semana pasada con Unidos Podemos; el socialista ha intentado así buscar fuera de nuestras fronteras la aprobación que se le deniega en España desde ciertos sectores. Por su parte, Casado ha buscado todo lo contrario, es decir, se ha reunido con sus colegas populares europeos y con la canciller Angela Merkel para advertirles sobre las cifras que les iba a presentar Sánchez y sus consecuencias no sólo en España sino también en Europa.
“Lealtad”
El lunes, Pablo Casado explicaba que acudiría a Bruselas para “prevenir con lealtad a la Unión Europea” sobre el sendero marcado por Sánchez y su socio Pablo Iglesias con el borrador de los PGE, al tiempo que recalcaba que no iba a hablar mal de España sino simplemente advertir de los problemas que puede acarrear al país llevar a cabo algunas de las medidas anunciadas.
El popular Jean Claude Juncker, actual Presidente de la Comisión Europea, se habrá visto sorprendido tras conversar en la misma tarde con dos representantes de un mismo país que se acusan de antipatriotas mutuamente. El luxemburgués ha acudido a la reunión de los populares europeos con Casado momentos antes de recibir a Pedro Sánchez, quien le ha defendido que las cifras sí son reales, factibles y que permitirán mejorar la vida de los españoles.
¿Tom y Jerry?
La actitud de los políticos españoles se asemeja cada día más a un capítulo de Tom y Jerry, y contrasta con la actitud que tienen otros líderes europeos. Sólo hay que girar la vista a Alemania para encontrar el gran pacto de estado firmado en febrero por Merkel y Schulz, una coalición que une a las formaciones con mayor apoyo por el bien común del país.
Sin embargo, a un paso de las elecciones andaluzas en diciembre y, las locales y europeas del próximo año, no cabe acuerdo alguno entre los grandes partidos. Hoy mismo, en el Congreso de los Diputados, Casado ha calificado de “ruina” al Gobierno de Sánchez y éste le ha replicado que es “rehén de su pasado más inmediato” al frente del Partido Popular.
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