No hay nada como estar en casa; incluso -de hecho, especialmente- cuando estamos enfermos, situación de la que parecemos recuperarnos mejor en nuestro entorno, fuera del hospital. Sin embargo, si no nos acompaña la salud, debemos recibir atenciones y cuidados médicos y de Enfermería de rango hospitalario. Combinar ambos contextos se presenta así como solución de equilibrio ideal, y es el objetivo de la Hospitalización a Domicilio que, en el caso del Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña, cuenta con una unidad multidisciplinar que contribuye enormemente al objetivo del centro de humanizar la atención sanitaria. Tras unos tres años de funcionamiento y consolidarse como un “servicio de muy alta calidad percibida”, recientemente ha incorporado, además, un vehículo eléctrico específico para este departamento.
“Mejorar la salud percibida, favorecer la independencia del paciente y la familia, aumentar su calidad de vida al mantener hábitos y reducir el síndrome confusional agudo, disminuir el número de pruebas realizadas al paciente y las infecciones nosocomiales en el hospital… y, por supuesto, siempre con la misma atención médica que si estuviera ingresado” son algunas de las ventajas de las que se benefician los pacientes incluidos en la Unidad de Hospitalización a Domicilio del hospital de Valdemoro, según su responsable, la Dra. María Jesús González Juarez.
Y es que la clave de esta modalidad asistencial -basada en un modelo organizativo en el que se dispensa un conjunto de atenciones y cuidados médicos y de enfermería de rango hospitalario, tanto en calidad como en cantidad, a los pacientes en su domicilio cuando ya no precisan de la infraestructura hospitalaria, pero todavía necesitan vigilancia activa y asistencia compleja- es “tratar al paciente en su entorno conocido, con la comodidad que supone en cuanto a intimidad, posibilidad de horarios propios de alimentación y sueño, y proximidad de familia y amigos, convirtiéndose en un arma terapéutica beneficiosa para el enfermo”, añade la especialista.
Estos beneficios no sustituyen a los vinculados al hospital, sino que se suman, ya que los enfermos atendidos en régimen de hospitalización a domicilio son pacientes del centro a todos sus efectos hasta su alta en la unidad, y su seguimiento se realiza igual que si permaneciese ingresado, disfrutando de la misma prioridad en la citación de pruebas diagnósticas complementarias, recibiendo del centro los recursos médicos necesarios e integrándose en su Historia Clínica toda la documentación que genere, con acceso a la misma de Atención Primaria.
Todo ello lo hace posible un equipo multidisciplinar de tres enfermeras, coordinado por la Dra. González Juárez, especialista en Medicina Interna, que cubren turnos de mañana y tarde de lunes a domingo -con un teléfono móvil disponible 24 horas al día- y que visitan a los pacientes en sus domicilios o residencias una o dos veces al día, dependiendo de los cuidados que requieran. Para sus desplazamientos cuentan además con un vehículo propio de la unidad, y eléctrico, en línea con los objetivos de respeto al medio ambiente del centro hospitalario.
Calidad percibida y valorada
El resultado es más que satisfactorio, a tenor de los resultados de las encuestas de satisfacción de esta Unidad de Hospitalización a Domicilio, que cumplimentaron un 74 por ciento del centenar de pacientes atendidos tan sólo en la primera mitad del presente año. Y es que nueve de cada diez puntuó de manera global el servicio con una valoración de 9 o 10, valorando con las notas más altas la disponibilidad del personal para hablar con ellos, el trato e información recibidos y la calidad de los cuidados de enfermería, entre otros ítems.
Junto a las 99 altas tramitadas en la unidad en el primer semestre de 2018, otros datos que avalan su utilidad y eficacia son las estancias evitadas, que ascendieron a 1.263, con una estancia media de 12,76 días, siendo Medicina Interna, Geriatría, Neumología y Urgencias los servicios que más reclamaron atención por parte de esta.
Desglosado por área médica y quirúrgica, la mayor actividad corresponde a la primera, en la que se dieron 93 altas, con una estancia evitada de 1.092 días (11,7 jornadas de media), mientras que la segunda tramitó seis altas y evitó 171 días de estancia (28,5 de promedio). En cuanto a los pacientes atendidos en esta unidad que reingresaron en el hospital en ese periodo, la responsable de ésta los cifró en 13, señalando que en todos los casos “fueron reingresos tras más de 24 horas en esta modalidad, por lo que se consideran correspondientes a problemas o complicaciones del propio proceso, y no a errores en la selección del candidato para la unidad”.
Criterios de ingreso y alta
La inclusión en esta opción asistencial pasa por el consentimiento del paciente, la ausencia de problemas sociales o psíquicos, la presencia de suficiente apoyo familiar, el diagnóstico establecido y situación clínica estable, la garantía de atención 24 horas al día, un domicilio o residencia acondicionado, que la enfermedad del paciente requiera hospitalización y no pueda ser controlada por Atención Primaria y que el enfermo esté en el área de cobertura del hospital, que en el caso de la Hospitalización a Domicilio incluye Valdemoro, San Martín y Ciempozuelos.
No cumplir estos criterios impide la atención del paciente en este régimen, del que también puede recibir el alta médica por criterios asistenciales, cuando el facultativo considera que ya no la necesita, mientras que el alta voluntaria puede producirse en cualquier momento, a petición del propio paciente o del cuidador, para volver a la modalidad de ingreso hospitalario.
Adicionalmente, la Unidad de Hospitalización a Domicilio del Hospital Universitario Infanta Elena forma parte del Proyecto HaD 2020: clave de futuro, una iniciativa que persigue y apuesta por la consolidación de este régimen asistencial en el futuro del sistema sanitario, planteando las principales líneas de actuación para conseguirlo a nivel nacional.