LOS SOCIATAS DE LACOSPE

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‘María Dolores de Cospedal, y Cospedal de María Dolores fue, ha sido y es asesorada por periodistas de El País’. Esta afirmación que pasaría como otra de las miles que le toca sortear a la todopoderosa pepera, tiene su enjundia. El del Hierro, su chico, hoy marido, en su momento escondido de ópticas en la calle Serrano de la milla de oro, capitaneaba el grupo de plumillas que visitaban, por otros motivos, las moquetas que lucía el empresario de relaciones externas y públicas relaciones. Hoy, estar en el candelero con y por las grabaciones de Villarejo, es poco menos que situarse en la parte buena de la historia. Porque aunque los Partidos insistan, siguen robando nuestros políticos como antaño. Si no, que nos cuenten de dónde salen las casas y prebendas para los antisistema, que hoy están más empotrados en el Parlamento que la mismísima Celia. Todo es un juego, y en el centro están nuestros impuestos, y la cesión de todos nuestros derechos a una sociedad que cada vez nos devuelve menos, nada. De los que gobiernan España, no aguantan ni dos; de los de Madrid ni uno, de Catalunya, que os voy a contar… Y del resto… ¡es una broma!

Periodistas de El País, cercanos, y apalancados conseguían pisos a precio de antes de la crisis en medio de todo el barullo de las hipotecas y los podemitas en la calle… Pisos que se contaban por millones de euros y se convertían en unos pocos cientos. Una realidad como la que llevó a uno de ellos a un ministerio de influencia Cospedaliana, un periodista socialista llevaba la comunicación de uno de los ministros de Mariano Rajoy, este sinsentido se repetía, mientras los Cospedal del Hierro iban ensanchando sus posesiones, lugares óptimos de oteo, y agenda con lo más rancio de la vieja guardia de los janlis, éstos miraban de cómo colocar a más amiguetes. Porque ‘esto’ va de eso: ‘yo coloco a los míos, para que cuando me pillen repartir la culpa’, técnica aprendida de las técnicas de los Eres andaluces.

En España hay dos, o dos mil, lo que me dice mi experiencia, dilatadísima experiencia, es que los que están son puestos por los que tienen que ocultar, todo es una gran mentira, y los colores políticos saltan la banca cuando nos ofrecen un Galapagar como descanso. No meten preso a nadie por robarte el corazón. España de mil tortillas e independencias. España de mil locuras y leyes que cambian para que todo sea infernal. España que ha de adoptar el inglés para que sus marcas no sean pisoteadas en la centrifugadora. España que se coloca a la cabeza de todos los descabezados. España, la España del Poeta, Poeta en estado puro: ¡… Una de las dos Españas ha de helarte el corazón!

 

pedro aparicio pérez
editor de prnoticias.com
PeriodistO

 

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