Los resultados en Andalucía cambiaron drásticamente los planes de comunicación de los partidos

Imagen de archivo de Susana Díaz y Pedro Sánchez
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Los resultados electorales en Andalucía dieron un vuelco a los mensajes que iban a pronunciar los políticos en apenas unos minutos, aunque parece que algunos partidos intuían lo que podía ocurrir. Prueba de ello fue el silencio informativo por parte de los socialistas, que no salieron a dar la cara ni a atender a los medios hasta que fueron publicadas las primeras cifras. Si bien Susana Díaz podía intuir que perdería votos, e incluso escaños, probablemente tendría preparado un discurso ganador y de diálogo con la otra fuerza de izquierdas (Adelante Andalucía) presente en la Junta; después de una última semana de campaña en la que mencionó innumerables veces a Vox, su discurso tras conocer los buenos resultados de los de Santiago Abascal se centró en intentar seguir gobernando a través de un pacto que denominó “constitucionalista”. Para esto, tendría que contar con el PP o Ciudadanos, algo notablemente improbable si se tiene en cuenta que ambas formaciones se mostraron dispuestas a lograr un cambio en la presidencia en la Junta. 

Interés en Vox durante la última semana respecto al resto de partidos en Andalucía:

Por su parte, los populares pudieron convertir un muy mal resultado (han perdido 26 escaños desde 2012 y 7 desde 2015) en alegría por poder ser la formación que lidere el cambio en la presidencia de la Junta y acabar con cuarenta años de mandato de los socialistas. Su candidato, Juanma Moreno, incluso aprovechó para confirmar que presentará su candidatura a presidir la comunidad y dio por hecho el fin de Susana Díaz como presidenta de Andalucía; en los mismos términos se pronunció Pablo Casado, quien no puede estar realmente contento en su primera prueba de fuego como presidente de los populares, pero que puede impulsar su imagen si logra ‘echar’ de la presidencia de la Junta al PSOE y, con ello, golpear a Pedro Sánchez en los meses previos a unas elecciones generales que podrían adelantarse al mes de mayo.

Uno de los partidos más felices era Ciudadanos. Pasar de 9 a 21 escaños justificaba de largo la presencia de Albert Rivera en Andalucía junto a Juan Antonio Marín para celebrar que la fuerza de la formación ya es una realidad. Tras lograr vencer las elecciones catalanas, consolidar la fuerza naranja es una motivación de cara a la celebración en 2019 de las elecciones generales. El mensaje transmitido no podía ser otro que el promulgado durante la campaña, llevar el cambio a la Junta y terminar con las políticas socialistas; incluso Marín se atrevió a confirmar su intención de presidir la Junta. Llevar el cambio a la presidencia de Andalucía será clave para que los de Rivera puedan proclamarse como una fuerza real de cambio de cara a mejorar los resultados en las elecciones generales; sin embargo, de no conseguirlo su imagen y reputación se verá lastrada.

En cuanto a Adelante Andalucía. La formación surgida de la unión de Podemos e Izquierda Unida se dejó tres escaños en el camino y decidieron centrar su mensaje en atacar a Vox en lugar de hablar sobre quién presidiría la Junta. Así, el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, llamó a la movilización en la calle contra la ultraderecha y quiso abrazar el liderazgo de Teresa Rodríguez, con quien ha tenido enfrentamientos a nivel interno y que puede ser un verdadero aliado en el caso de celebrarse comicios a nivel nacional

Por último, Vox puede darse por satisfecho, y mucho, de la campaña que le han hecho el resto de partidos. Los de izquierda los pusieron en boga para intentar dividir a la derecha y el resto hablaron de ellos para que no les robasen votos; al final, el estar presentes en titulares y debates en boca del resto les ha permitido llegar al electorado y entrar en la Junta con doce escaños, resultado superior al obtenido por Ciudadanos en los anteriores comicios (9) y que les convierten en una realidad que habrá que tener en cuenta en los próximos comicios generales. Felices por este resultado, sus dirigentes llamaron a “reconquistar” las instituciones en un tono más bélico y épico que político, que tan buen resultado les ha dado para llegar a su electorado.

Seguiremos informando…

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